Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de la consultora IT Hunter, entrega un listado de las cosas que se deben evitar, como desaprovechar el tiempo, ser impuntual y no aprender de los errores, entre otras recomendaciones.
Si estás a punto de iniciar tu primera práctica profesional y los nervios y la ansiedad no te dejan tranquilo, lee con atención los siguientes consejos de un experto en el ámbito de la búsqueda y selección de talentos.
En efecto, entendida como una instancia real en donde cada estudiante puede aplicar parte o la totalidad de los conocimientos que ha adquirido en su proceso formativo, la práctica profesional es una etapa importante que, de ser realizada en forma sobresaliente, puede traducirse en una oferta de trabajo concreta para quien la realiza.
Es por lo anterior que Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de la consultora IT Hunter, entrega un listado de las cosas que se deben evitar en ella:
1. Ser impuntual. No respetar los horarios, ya sea de ingreso al trabajo o de inicio de las reuniones en donde se deba participar, sólo perjudican la imagen del practicante y su grado de responsabilidad.
2. Despreocuparse de la presentación personal. El practicante no puede quedarse “pegado” en el lugar donde estudia, debe entender que entró al mundo laboral y que su presentación personal debe ser acorde a las circunstancias. “La presentación es la primera impresión que una persona puede causar en forma positiva, por ende, tiene que proyectar que será un gran potencial, sólo con verlo”, comenta el especialista.
3. Desaprovechar el tiempo. Esto se traduce en que el practicante no planifique, adecuadamente, las tareas asignadas durante esta instancia y en que no priorice aquellas actividades que sean más relevantes y/o urgentes que otras.
4. No escuchar. Una de las principales claves para el aprendizaje verdadero consiste en escuchar y observar a quienes tienen más experiencia. Es por ello que los consejos provenientes de personas con más años laborales que el practicante deben ser siempre bien recibidos, sobre todo cuando son desinteresados. Hay que evitar cualquier tipo de distracción que impida el buen desempeño de las tareas asignadas.
5. No preguntar en momentos de duda. Si no hay claridad respecto a alguna de las tareas o funciones que le han asignado al practicante, la obligación de éste es preguntar a su jefe o supervisor. La retroalimentación es clave para despejar dudas y cumplir con lo esperado.
6. Ser soberbio. La humildad hace grande al practicante y le permite seguir superándose profesionalmente. De lo contrario, no avanzará y se estancará.
7. Ser Negativo. El practicante debe dejar atrás el miedo a lo nuevo y canalizar las energías en pos de un trabajo que sea bien realizado. “Mantener el optimismo influye en el ánimo y comportamiento de la persona, así como en su desempeño. La buena disposición también ayuda. La negatividad reduce las oportunidades de éxito”, asevera Toselli.
8. No aplicar los conocimientos. La práctica profesional es la “prueba de fuego” para usar lo aprendido hasta ese momento por los estudiantes. No usar los conocimientos es desaprovechar una gran oportunidad que quizás no se vuelva a repetir.
9. No aprender de los errores. Siempre se puede sacar una lección de todas las situaciones que se pueden enfrentar, incluso si se trata de hechos negativos. Todo va a depender del prisma con el que se analicen.
10. No descansar lo suficiente. El practicante debe entender que, si bien la práctica es un trabajo temporal, hay que ser disciplinado con los horarios de descanso. Esto permitirá que se desempeñe con las energías necesarias para cumplir con las expectativas que se tienen sobre él.