¿Se ha preguntado cómo será el fin del mundo? Si su respuesta es sí, le quiero contar que yo también. Debo confesar que al pensar en eso soy muy catastrófica: imagino el planeta en llamas o en una terrible inundación. Pero no sólo eso. ¿Se ha cuestionado si la sociedad está preparada para enfrentar una catástrofe? O quizás dejó de imaginar esos escenarios después de que el fin de la humanidad no llegara en ninguna de las fechas que nos han vendido varias teorías conspirativas y tergiversadas.

 

Nadie mejor que usted para responder esas preguntas. Lo que les quiero contar hoy, y que me hizo volver a plantearme esos interrogantes que surgen cuando uno se entera de inundaciones, graves incendios, guerras, epidemias o películas que abordan el tema, es un especial de History Channel. Se titula El final: las 10 maneras en las que acabará el mundo y será emitido desde este lunes hasta el próximo viernes, con dos episodios por noche. El especial está sustentado por científicos, investigadores y expertos que cuentan las historias con imágenes computarizadas que recrean los escenarios de cómo esos hipotéticos hechos cambiarían la faz de la tierra tal como la conocemos. Los escenarios son fatídicos, pero suena irónico que, al tratarse de la extinción de la humanidad, también son entretenidos. Algunos episodios parecen sacados de la ciencia ficción, como el que contempla una posible invasión alienígena o ser succionados por un agujero negro, como en las pesadillas, pero sustentados por los estudios científicos.

 

El Espectador dialogó con Luis Quevedo, periodista científico, productor y presentador que protagoniza gran parte de la serie (Asteroide asesino, Guerra nuclear, Planeta interestelar y Megaerupción). Quevedo es un español especializado en ciencia y tecnología que vive y trabaja en Nueva York, donde presenta el informativo tecnológico CST, que se transmite por el canal NTN24. También colabora con el diario El Mundo de España y es cofundador de Cuonda, una red independiente de podcasts. Se educó como científico y tiempo después combinó su pasión por la ciencia con sus dotes para comunicar, con el objetivo de crear métodos para contarle a la gente de forma clara y entretenida los temas que a diario trabajaba.

 

Entre las posibles maneras como puede acabar la humanidad, hay algunas que ya ocurrieron y que pueden volver a presentarse, como el asteroide que acabó con los dinosaurios hace millones de años, a cuyo impacto sobrevivieron las aves y se dio paso a los mamíferos. En un caso así no se podría hacer mucho. O si se llega a aproximar un agujero negro, “abre la champaña y disfruta, no tenemos mucho más que hacer”, dice Quevedo con tono jocoso. Y si una supernova explota y nos baña en rayos gama, haría que una cara del planeta se vaporizara y otra agonizara con radiación ultravioleta. En ese caso, la humanidad también desaparecería.

 

 

El productor asegura que, si nos pusiéramos de acuerdo para invertir un presupuesto con “más y mejores instrumentos en órbita, como telescopios y más científicos trabajando en ello, podríamos vigilar nuestro vecindario solar y encontrar esos objetos antes”. Hoy disponemos de la tecnología que nos ayudaría a desviar los elementos que representen una amenaza, y con lograr un movimiento de sólo medio grado en su trayectoria ya alejaríamos el impacto de la superficie del planeta.

 

A Quevedo, el proyecto le interesó no sólo por tener del sello History, también porque es una historia que involucra a todo el planeta. No es una serie estadounidense traducida al español. Tiene una visión global, con la participación de personas expertas que pertenecen a varias culturas e incluso en ocasiones dejaron su huella en más de un idioma. Por ejemplo, Quevedo habló en inglés para la versión que se emite en Estados Unidos y en español para la de América Latina. O un experto de Dinamarca concedió la entrevista en inglés, y en danés para la emisión de su país.

 

El periodista científico afirma que en estos momentos no estamos preparados para enfrentarnos a la desaparición de la vida tal como la entendemos, porque “nos han dejado con un cerebro preparado para sobrevivir: comer hoy, mañana tal vez, pero pasado ya no lo sé. Tenemos que pensar con la mentalidad de quien saca un seguro de casa por si un día se inunda. El especial los inspirará a pensar de manera distinta”.

 

“Van a experimentar algo emocionante. Les aseguro que los va a informar porque todo está sustentado en investigación científica y les dará tema de conversación a la mañana siguiente. Además, los va a inspirar a pensar en la fragilidad compartida que tenemos todos los humanos. Basta de divisiones estúpidas por religión, ideología política o geografía, si estamos en un lugar a la merced de tormentas solares, planetas errantes y colapsos nucleares”, dice Quevedo a manera de invitación para sintonizar este especial.

 

Los espectadores podrán entretenerse y recibirán un mensaje sobre cómo prepararse y aportar para prevenir o enfrentar alguna de las 10 situaciones que presenta el especial. También es una reflexión sobre la existencia humana, para que los televidentes reconsideren, piensen en las futuras generaciones y prevengan las consecuencias de todos los actos en contra de la Tierra.

Lucety Carreño Rojas/ El Espectador