Este tipo de cuestionamientos aumenta el riesgo de que el candidato mienta si siente que su respuesta podría dejarlo fuera del puesto.
Empezar un proceso de selección puede ser muy difícil para un postulante a un cargo, pero también para el responsable de este o reclutador. Encontrar al candidato perfecto requiere tiempo, planificación y dedicación. Si bien uno de los primeros pasos es recibir currículums y recomendaciones, luego viene la etapa clave de las entrevistas, donde se centra el proceso de reclutamiento.
Muchas veces, con el objetivo de encontrar un buen colaborador, el reclutador puede caer en la tentación de hacer preguntas inapropiadas en una entrevista de trabajo. Es importante considerar que ciertas consultas pueden ser ofensivas o arbitrariamente discriminatorias, ya sea por raza, género, religión, edad, orientación sexual, color, opinión política u origen social.
La directora de Robert Half en Chile y experta en mercado laboral, Karina Pérez, explica que “si bien antes era más común hacer preguntas sobre el ámbito personal, actualmente los candidatos están menos dispuestos a responder dudas que revelen aspectos que puedan derivar en un sesgo. Además, hay que considerar que incluso está en juego la imagen de la compañía, ya que una pregunta inapropiada puede incluso contrariar la legislación y tener consecuencias reputacionales para la organización, o, que buenos talentos desistan de participar o aceptar una oferta de trabajo”.
Entonces, ¿qué tipo de preguntas se consideran personales y no atingentes en una entrevista laboral? Son todas aquellas que no tienen relación con el trabajo a realizar. Además, este tipo de cuestionamientos aumenta el riesgo de que el candidato mienta si siente que su respuesta podría dejarlo fuera del puesto.
“Es importante recordar que al momento de elegir a un nuevo colaborador, debemos enfocarnos en su trayectoria, experiencias y habilidades, finalmente lo importante es que sea alguien que cumpla con las características que requiera un puesto y, por supuesto, que calce con las cultura de la empresa”, señala Pérez.
A continuación, te dejamos algunos ejemplos de lo que no deberías preguntar en una entrevista:
- ¿Tiene hijos o planea tenerlos?
- ¿Cuál es su estado civil?
- ¿Se encuentra actualmente en una relación?
- ¿En qué trabaja su pareja?
- ¿Cuántos años tiene?
- ¿Dónde nació?
- ¿Dónde vive?
- ¿Ha tenido algún tipo de enfermedad recientemente?
- ¿Milita en algún partido político?
- ¿Es religioso?
Para conocer un poco mejor a la persona que estás entrevistando puedes hacer otro tipo de preguntas, por ejemplo, ¿qué es lo que más te ha gustado de tus trabajos anteriores? ¿Qué te apasiona? ¿Por qué quieres trabajar en esta compañía? ¿Cuáles son tus mejores habilidades? ¿qué esperas obtener de tu próximo trabajo? De esta forma, podrás acercarte a encontrar a la persona perfecta para ese rol que estás buscando y elegirla por sus capacidades, entusiasmo y compromiso.
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