Preocuparse por mantener empleados involucrados es fundamental para lograr que la transformación sea exitosa, explica Ruben Belluomo, gerente general en Cono Sur de Infor.
Si bien es un concepto del cual se habla con frecuencia, actualmente está más vigente que nunca. Y es que la gestión del cambio resulta determinante para que la adopción de nuevas tecnologías sea menos caótica, sobre todo durante épocas de contingencia. Con la constante evolución de la digitalización y debido a la pandemia que afecta a la población mundial, las empresas deben renovar sus tácticas para el cambio y adentrarse aún más en la implementación de la digitalización.
Somos criaturas de costumbre, encontramos confort en la rutina y apreciamos que ciertos resultados sean confiables. Estamos acostumbrados a que la estabilidad laboral, por citar alguna, es uno de los principales factores para aceptar cierto puesto de trabajo, así mismo con el hogar y distintas áreas de la vida.
Sin embargo, los cambios frecuentes terminan agravando la inestabilidad. Una vez que el ciclo comienza, es difícil terminarlo. Lo mismo ocurre para las empresas.
Tomar medidas preventivas para la gestión del cambio es una alternativa lógica. Lamentablemente, hoy corroboramos que la prioridad siempre ha sido impulsar la inversión y los temas operativos de la empresa, y se ignoran las necesidades del personal o consideran que unas pocas sesiones de capacitación serán adecuadas para la adopción de una nueva tecnología, o de nuevas situaciones. La preparación es importante, por supuesto, pero es sólo una parte de la estrategia integral que puede generar aceptación y ayudar a que el personal adopte las nuevas directivas.
La digitalización y la tecnología relacionada, el Internet de las Cosas, cuenta con el potencial para liberar el cambio de alto impacto en las organizaciones. Mantenerse atento a eventuales transiciones, asegurarse que el personal no está sólo “siguiendo las reglas”, sino que esté totalmente involucrado, resulta ir un paso adelante.
A continuación 10 tips para construir una cultura de cambio dentro de la organización:
- Explicar la motivación. Compartir con el equipo el por qué de la adopción de la nueva tecnología y qué se espera lograr.
- Eliminar barreras. Los empleados pueden enfrentar obstáculos para aprender nuevas habilidades y procesos. Hay que trabajar para resolver los retos que enfrentan los empleados en el día a día, en lo laboral pero también personal, incluyendo aprendizajes, lectura y condiciones físicas.
- Reconocer los riesgos. Toda iniciativa cuenta con riesgos y potenciales contratiempos, no se pueden negar ni esconderlos. Si se deja que los empleados especulen sobre los posibles peligros de eventuales situaciones que representen un cambio, pueden asumir escenarios negativos que serán mucho peor que el riesgo real.
- Ser honesto y justo. Convertirse en el ejemplo y asegurarse de que los gerentes conozcan las expectativas y sigan las normas específicas.
- Establecer una agenda realista. No apurarse a sobrevivir a la tempestad. Los calendarios irreales agregan mayor estrés y errores, frecuentemente sumando contratiempos que demoran el proceso. Ser flexible siempre que sea posible.
- Dejar que los empleados opinen. Invitar al personal de los distintos niveles de la organización a las sesiones de planeamiento en base a la contingencia. Escuchar las ideas de los usuarios. Dar reconocimiento a los empleados por su contribución.
- Brindar educación y capacitación. Enseñar los nuevos conocimientos que se requieran. Imponer distintos métodos de aprendizaje.
- Comunicar temprano y frecuentemente. Mantener flujo en el diálogo entre la gerencia y el personal por medio de intercambios, fomentando los comentarios y el feedback.
- Ajustar los planes si fuese necesario. Reconocer cuando los planes deben ser repasados. Incluir puntos de control dentro del plan para decidir si avanzar o detenerse.
- Festejar los logros. Recompensar al personal por sus logros. Festejar cuando se logran las metas.
Seguir estas normas ayudará al personal a sentirse positivo y entusiasmado sobre los cambios propios de la organización o que la afecten desde el exterior. Preocuparse por mantener empleados involucrados es fundamentales para lograr que la transformación y el manejo del cambio sean exitosos, por lo que Invertir tiempo y recursos en esta gestión, constantemente, vale la pena.