Hace 12 décadas inició la vida del analgésico más popular del mundo, al que se le han atribuido, incluso, beneficios cardiovasculares.
Fue hace 120 años, el 10 de agosto de 1897, que inició la historia de Aspirina, uno de los medicamentos más populares en México y el resto del mundo.
Aquel día, el científico alemán y entonces colaborador de la farmacéutica Bayer, Félix Hoffmann –quien buscaba un tratamiento para aliviar los dolores reumáticos que enfrentaba su padre– anunciaba que había logrado sintetizar el ácido acetilsalicílico, ingrediente activo de este fármaco que sirve para aliviar dolores de cabeza y musculares, principalmente.
De regreso a Alemania, tras su síntesis, el ácido acetilsalicílico empezó a comercializarse como un polvo blanco dentro de frascos de cristal, y más tarde se convirtió en las tabletas cilíndricas que hoy se conocen.
“La Aspirina es inusual o, aún más, única en el mundo del cuidado a la salud y del autocuidado, ya que durante más de 100 años consumidores, pacientes y profesionales de la salud han considerado a esta medicina como un producto de referencia para el alivio del dolor, así como una piedra angular de la terapia para la prevención de eventos cardiovasculares como ataques cardíacos”, dijo Erica Mann, miembro del Consejo de Dirección de Bayer AG y responsable global de la División Consumer Health.
Pero su origen podría remontarse a miles de años atrás, pues de acuerdo con el reciente análisis de una mandíbula que data de hace 49 mil años, los neandertales masticaban la corteza de los álamos (fuente natural de ácido salicílico) para aliviar el dolor.
Asimismo, en la antigua Grecia, el padre de la medicina, Hipócrates, ya aplicaba a sus pacientes las propiedades analgésicas del extracto de la corteza de sauce (que también contiene ácido salicílico)
Curiosidades
Aspirina –que significa: “a” por la acetilación, “spir” del Spirsäure (ácido salicílico), e “ina”, por ser la terminación típica de los medicamentos– es bastante popular.
Para muestra basta un botón: en 1950 el Libro Mundial de Records Guinness la reconoció como el fármaco más vendido en el mundo.
Hasta podría decirse que alcanzó fama fuera del planeta Tierra, pues el 20 de julio de 1969, una caja de este medicamento formó parte del kit que llevaron a la Luna los astronautas del Apolo 11.
Unos 25 años después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la agregó a su Lista de Medicamentos Esenciales como un fármaco fundamental para prevenir coágulos sanguíneos.
Pero aquí no termina el alcance de Aspirina, sino que además, cabe destacar que ha marcado de forma importante la vida moderna.
En 1996, a través de una encuesta realizada por la revista Newsweek, los estadunidenses la calificaron como uno de los inventos que marcó el siglo XX, junto a la luz eléctrica, el automóvil, el teléfono y la televisión.
Tres años después, Aspirina fue incluida en el Museo Nacional de Historia Estadounidense del Instituto Smithsonian, en Washington, DC, Estados Unidos.
Conforme se conocieron sus capacidades analgésicas, fue necesario desarrollar nuevas presentaciones y producirla en todos los continentes.
“Así, en 1961 empezó a fabricarse en la Ciudad de México. Más adelante,a medida que se amplió el portafolio y cambiaron las necesidades de producción, se construyó en 1997 una nueva planta en Lerma, Estado de México, donde cada año se producen más de mil millones de tabletas de las presentaciones de Aspirina OTC, que se venden en México, Brasil y Colombia”.
Para celebrar, el laboratorio farmacéutic o Bayer, en alianza con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, exhibió una serie artística en la avenida Paseo de la Reforma titulada: “Expresiones: 120 años de Aspirina”, que incluyó 12 esculturas intervenidas por artistas mexicanos.