Si emprender es un acto por sí mismo difícil, algo más complicado seguro es ser mamá o papá de un emprendedor.
“Los éxitos de los hijos también son los triunfos de los padres”, dijo Gloria Martínez, mamá de Yerely Fonseca, fundadora de la agencia Caleidoscopio Lab.
Y es que si emprender es un acto por sí mismo difícil, algo más complicado seguro es ser mamá o papá de un emprendedor.
Sin embargo, no nos quedamos con la duda platicamos con las mamás de tres emprendedores: Silvia Jiménez López, mamá de Israel Arcos, conductor de Disruptivo, director de comunidades en Epic Queen y director de Early Adopters; Gloria Martínez, mamá de Yerely Fonseca, fundadora de la agencia Caleidoscopio Lab., y Flor Sánchez García, mamá del fundador de la agencia Zullen Comunicación, Jorge Sánchez García.
Esto fue lo que nos contaron:
1.- Es terrible que el ‘gran emprendedor’ no tenga ingresos fijos o suficientes, o que renuncie a todas las facilidades que tienen los asalariados.
2.- A pesar de todo, están felices porque los hijos hacen lo que les gusta.
3.- Saben que siempre están pidiendo dinero para cursos nuevos o para el ‘próximo gran proyecto’.
4.- Saben que estar seguros de qué es lo mejor para los hijos es lo más difícil, pero al final demuestran que pueden seguir sus sueños y convertirlos en metas.
5.- Saben que si ven a un hijo en la mañana en la computadora no es que se levantó temprano, es que en realidad no ha dormido nada.
6.- A pesar de todo, siempre están generando ideas que entusiasman y contagian a toda la familia.
7.- Saben que no es bonito ver a su hijo las 24 horas sentado frente a la computador
8.- Les alegra ver que todo sale como ellos quieren, pero les da tristeza ver que le pongan tanto empeño y no obtengan los resultados esperados.
9.- Saben del entusiasmo con el que una idea los hace mover cielo, mar y tierra, y del brillo en los ojos cuando tienen una idea que ‘les late mucho’ y que puede funcionar.
10.- Saben que no queda de otra más que apoyarlos y confiar en ellos.
11.- Y que ¡ni modo!, a ser pacientes.
12.- Cuando triunfa el emprendedor, hasta invita a desayunar, pero cuando las cosas no salen tan bien, mejor pasa la cuenta.
13.- Saben que cambian estabilidad por adrenalina y por emoción; y que a veces cambian a una pareja por hacer cosas que mejoren un poco el mundo.
14.- A veces ¡simplemente no ven las ventajas de tener un hijo emprendedor! En muchas ocasiones los papás son quienes deben financiar los proyectos, aunque es satisfactorio ver cómo crecen y cómo consiguen clientes.
15.- Sí, se empeñan en hacer bien el trabajo y por eso si no lo logran nunca salen de la computadora.
16.- Su nuevo círculo de amigos está lleno de emprendedores
17.- Desde chiquitos rompen las reglas y hacen lo que quieren; a veces la escuela no es su fuerte.
18.- Saben que siempre están ideando e imaginando cosas, además de colaborar en otros proyectos o empresas.
19.- Los papás de emprendedores entienden más de términos de tecnología, economía y mercados que cualquier papá común.
20.- Saben que para un proyecto se necesita financiamiento y es feo saber que el hijo puede dejar escuela y trabajo por un sueño y sin dinero para realizarlo.
21.- Simplemente sienten orgullo, alegría y satisfacción.
22.- Saben que los hijos están obsesionados con la perfección.
23.- Saben que, sin duda, el camino y los fracasos empiezan muchos años antes.
24.- En conclusión, tener un hijo emprendedor es ‘el más grande susto de la vida de un papá’.
Foto. www.flickr.com, por emdot