Si bien no existe fórmula o receta del éxito en publicidad, sí existen diversos factores que ayudan a analizar y crear campañas altamente exitosas.
El mundo digital no solo es exitoso, sino que en poco tiempo ha logrado arrasar por sobre los demás canales de publicidad instaurados por la audiencia. Y si bien aún la televisión, los periódicos y la radio siguen siendo medios eficientes para publicitar un nuevo producto y ganar notoriedad de marca, hoy en día el ámbito digital ofrece más variantes de promoción acorde a todos los presupuestos, lo que hace de esta opción una de las más crecientes y pedidas por grandes, medianas y pequeñas empresas.
Como primera medida, cuando hablamos de entornos digitales debemos pensar en Google y su plataforma para anunciantes de Adwords, Facebook e Instagram y su programa de avisos patrocinados, y por supuesto email marketing para llegar con ofertas precisas y mensajes concretos a los suscriptores y clientes, ya sea durante todo el año o en determinadas fechas del año claves para las ventas. Un escalón más abajo en efectividad se encuentran Twitter y Linkedin, además de Youtube que está creciendo sin prisas pero sin pausa para colocarse en una de las opciones más rentables y con mayor porcentaje de retorno de la inversión.
Una vez planteados los medios en donde las marcas pueden anunciarse y hacerse conocidos frente a su audiencia objetivo, es momento de pensar e idear la mejor estrategia publicitaria, y aquí es cuando muchas empresas comienzan a hacer aguas, ya que no encuentran la confluencia de todos los factores para que la publicidad online sea realmente exitosa. Si bien no existe fórmula o receta del éxito en publicidad, sí existen diversos factores que ayudan a analizar y crear campañas altamente exitosas, como ser el conocimiento del público objetivo, el trazado de objetivos claros y medibles, y la correcta utilización de las métricas brindadas por las diversas plataformas.
Pero además de estos elementos puramente técnicos, lo primordial en una buena publicidad es una mente creativa que pueda plasmar en simples palabras la esencia de lo que se quiere lograr, o crear el video viral que te catapultará a la cima. Esta cualidad se llama inspiración y se produce cuando un profesional encuentra de manera perfecta y acabada la sinergia entre texto, imagen e intencionalidad.
La inspiración no es una virtud que se obtenga estudiando o leyendo un determinado libro, sino que va creciendo en cada persona cuando se le permite a la mente volar con su imaginación, salir de su zona de confort y lograr liberar el caudal de pensamiento lateral que todos los adultos poseen, pero que con el tiempo y la automatización de acciones y tareas se va perdiendo y relegando al cofre del olvido.
Para que puedas despertar toda tu inspiración y creatividad te damos los mejores tips.
1. No recuerdes tu niñez, vívela nuevamente
¿Quién dijo que el adulto no debe jugar? ¿Quién piensa que un profesional no debe caminar sin rumbo un día cualquiera porque pierde productividad? Este tipo de mandatos muchas veces instaurados en la conducta de las personas atentan negativamente con la innovación y la inspiración. Entonces en lugar de creer que los juegos son solo para niños, anímate a hacer aquellas cosas que disfrutabas en tu infancia y compártelas con tus hijos, sobrinos o vecinos del barrio, y verás como se enciende la llama de la inspiración y se te ocurren nuevas ideas y formas de ver el mundo.
2. Elige otro camino para hacer todas tus actividades
El cerebro de un ser humano cuando se encuentra inmerso en la rutina funciona en piloto automático y deja de crear nuevas sensaciones. La mente se acostumbra a los rituales y pierde la capacidad de innovar. Por ello puedes plantearte ir de tu casa al trabajo por otra ruta, en bicicleta, caminando por otro camino o bien dejando la comodidad del GPS del auto para explorar otros lugares hacia tu oficina. Visita un supermercado al que nunca hayas ido, almuerza al aire libre y luego da una refrescante caminata y déjate sorprender por los sentidos.
3. Experimenta nuevas emociones
Puede ser desde aprender un idioma, una nueva disciplina aeróbica como darte el gusto de tirarte en paracaídas, viajar a un destino diferente, o aprender nuevos conocimientos como vitivinicultura, arte o cine. Cualquier tipo de estímulo que rompa con la cotidaineidad logrará cambios neuronales perfectos para que te sientas más creativo y motivado.