Como líder, tu equipo no sólo te busca como guía, también espera apoyo. La manera en que te presentas tendrá un impacto en cómo se desarrollan en el lugar de trabajo.
La palabra “líder” a menudo conlleva la imagen de una persona decidida, exitosa y casi súper humana, que ha tenido el poder de formar el mundo alrededor suyo con su gran cantidad de carisma, ética de trabajo, inteligencia y capacidad de persuasión. Los líderes son solicitados en los momentos de crisis, y se cuenta con ellos para hacerse cargo de cualquier situación.
Este estatus, algunas veces, les da un aire de invulnerabilidad, son vistos como si no tuvieran fallas o emociones. Eso no podría estar más lejos de la realidad, no importa cuan confiados y decididos parezcan, sienten los mismos miedos, indecisión e inseguridades que nosotros; Podrán ponerse una máscara de invencibles pero son tan humanos como tú y yo.
Es probable que tu equipo no vea las cosas con esta lógica, como líder, tu equipo no sólo te busca como guía, también espera apoyo. La manera en que te presentas a tu equipo tendrá un impacto en cómo se desarrollan en el lugar de trabajo. Los trabajadores son más felices y productivos cuando saben que son apoyados y valorados, tratar a tus trabajadores como si existen sólo para alcanzar tus metas, no es forma alguna de conseguir su apoyo y lealtad.
Humanizarte frente a tu equipo quiere decir que dejes de parecer invencible y te abras como un ser humano con el que se puedan identificar. Si tu equipo ve que tienes cualidades con las que se pueden relacionar, no te verán como débil, sólo te respetarán más.
Si te cuesta encontrar ese punto, lo siguientes consejos pueden ayudarte a romper el hielo.
- Sé auténtico
El mundo está lleno de gerentes que se visten con trajes caros y utilizan palabras grandilocuentes. Mientras algunas personas erróneamente creen que eso es lo que hace un buen jefe, la verdad es que te hace indistinguible de el montón de personas que piensan lo mismo. No temas mostrar emociones, no temas cometer errores, o dejar que tu equipo también los cometa. No ocupes todo tu tiempo enfocándote en detalles superficiales porque te costará caro. Tus empleados no quieren a una persona demasiado informal tampoco, porque creerán que no eres confiable. Exponerte como honesto e imperfecto permitirá cimentar el camino para ganar la confianza de tu equipo.
- Dale a todos la oportunidad de mejorar
Si, eso significa que a ti también. Podrás ser el jefe de otras personas pero eso no significa que estás por sobre cualquier criticismo, tampoco significa que no puedes cometer errores serios. Los líderes que se perciben a sí mismos como mejores que sus subordinados, muy raramente tienen mejor rendimiento que los que no.
El efecto Dunning-Kruger describe el fenómeno del gerente arrogante pero incompetente muy bien, no seas como esas personas, no importa cuanta habilidad tengas en lo que haces, siempre puedes mejorar. Simplemente reconocer tus propias limitaciones como persona, ayudará a mejorar la percepción que tiene tu equipo de ti, así como ayudará a tu crecimiento como líder.
- Conecta
Tus trabajadores no son máquinas, son personas como tú y como yo. Se espera que mantengas cierta distancia personal de tus subordinados, no estamos sugiriendo que te hagas amigo de las personas a las que diriges, lo que es aconsejable es que muestres una preocupación genuina por ellos como personas y que entiendas que su experiencias y vidas pueden tener un impacto en su desempeño laboral. Por ejemplo, si alguien comienza a faltar al trabajo y completa menos proyectos, no lo castigues solamente, habla con esa persona, quizás se abra contigo sobre algo que está pasando en su vida personal. Mostrar preocupación por ellos como individuos los hará confiar más en ti y apoyarte. Humanizar a su fuerza de trabajo es lo que a muchas compañías aún les falta para avanzar.
**Andrés Luco es socio fundador de Business Consulting**
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