Desde JLL proponen estas recomendaciones basados en un reciente estudio donde evaluaron a más de 600 ejecutivos inmobiliarios.
En la economía global actual, cada vez más empresas multinacionales han tomado ventaja en Latinoamérica sobre los bajos costos de operaciones y propiedad inmobiliaria, del incremento de talento y de la expansión de las economías de la región.
En una encuesta realizada recientemente por JLL, firma de servicios profesionales y financieros especializada en bienes raíces, se evaluó a más de 600 ejecutivos inmobiliarios. Entre los hallazgos destacó que 66% de las empresas esperan incrementar su presencia en Brasil y 45% en México.
Sin embargo, estas empresas multinacionales pueden fracasar si adoptan sus estrategias y estándares laborales globales sin considerar costumbres locales. “Muchas empresas globales utilizan la estrategia de lugar de trabajo ‘una misma talla para todos’ para cada uno de sus centros de operación alrededor del mundo”, comentó Bernice Boucher, managing director de Workplace Strategy de JLL en las Américas. “Comprender y acoger las normas culturales, y las necesidades tecnológicas únicas en América Latina, es la clave del éxito para las empresas multinacionales que buscan comprometer a los empleados, mejorar la productividad y mantener una ventaja competitiva".
Boucher le aconseja a empresas multinacionales pensar desde un punto de vista local para operar exitosamente en Latinoamérica.
A continuación, tres consideraciones para organizaciones extranjeras que vayan a expandir operaciones a Latinoamérica:
1. Tolerancia al Riesgo
Para las empresas multinacionales, es muy importante definir su tolerancia al riesgo antes de avanzar con sus operaciones en Latinoamérica. Las empresas deberán considerar las
implicaciones legales, regulatorias, económicas, lingüísticas, monetarias, políticas, sociales, tecnológicas, educativas, de salud, religiosas, de medio ambiente, de transporte, de seguridad, entre otras, antes de llevar su comercio al otro lado de la frontera.
Después de realizar un due diligence y evaluar los riesgos, el sector inmobiliario corporativo es un factor crucial para
desarrollar el lugar de trabajo ideal local e internacionalmente.
La ubicación específica de la empresa en América Latina, combinada con el diseño del espacio de oficina, puede controlar costos, generar ganancias, maximizar ganancias y reducir riesgos.
“Las iniciativas de bienes raíces deben evolucionar a la velocidad de la empresa. Las organizaciones deben evaluar constantemente su estrategia de lugar de trabajo para asegurar que todavía sea relevante y para ayudar a que se reduzcan riesgos corporativos”, señaló Laura De la Fuente, vicepresidenta del Workplace Strategy Group de JLL, que cuenta con larga experiencia en la implementación de estos programas en Latinoamérica.
“Implementar programas pilotos en grupos que actualmente aplican estrategias básicas de lugar de trabajo pueden
destrabar ataduras en una escala menor, mitigando así los riesgos futuros de gran escala”.
2. Movilidad en el Lugar de Trabajo
Los largos traslados a una oficina en Latinoamérica, además de la oposición cultural de trabajar en un lugar remoto, provoca desafíos y consideraciones para las empresas multinacionales que buscan operar en la región.
En América Latina, el concepto de trabajar desde una “tercera ubicación”, por ejemplo desde un café o en casa, continúa siendo algo nuevo en las empresas. En Latinoamérica, la cultura del
“presencialismo”, donde los empleados tienen que estar físicamente en la oficina para que se considere que están trabajando, sigue siendo la norma para demostrar la productividad del ejecutivo.
Esta situación que enfrentan varias empresas multinacionales, es vista como un estilo de administración más controlador en comparación con las culturas empresariales de Estados Unidos o Europa.
Adicionalmente, varios profesionales prefieren ir a la oficina para evitar a sus hijos y cónyuges, mismos que pueden provocar distracciones o ineficiencia cuando se trabaja desde casa.
Además, en la mayoría de los casos, los ejecutivos carecen de un espacio en casa dedicado para el trabajo como una oficina. Así mismo, prefieren mejorar las relaciones de negocio con sus colegas en un ambiente presencial.
Por otra parte, trasladarse a las oficinas es un desafío logístico para ejecutivos que deben soportar las avenidas excesivamente congestionadas y los retrasos por el tráfico notorio. La
Ciudad de São Paulo en Brasil es la sexta ciudad más congestionada en el mundo, con 8.5 millones de vehículos motorizados. Según la encuesta de IBM realizada en 2011, Global Commuter Pain Survey, la Ciudad de México obtuvo la mayor calificación en este tema.
Es importante señalar los grandes pasos dados por el gobierno mexicano para reducir el congestionamiento con construcciones de avenidas principales como el segundo piso de Avenida Periférico. Sin embargo, el tiempo promedio del traslado diario de ciudadanos en sus vehículos continúa siendo considerable.
3. Infraestructura Tecnológica
La infraestructura tecnológica es uno de los elementos más importantes al momento de considerar una expansión de operaciones a Latinoamérica. Mientras el sistema de Internet inalámbrico en muchos países en Latinoamérica es cada vez más confiable, la infraestructura tecnológica en la las empresas multinacionales deben considerar la seguridad del Internet hasta que madure la infraestructura digital.
“En el actual mercado global híper-conectado, la tecnología como el internet inalámbrico, el correo electrónico y la comunicación de teléfonos móviles es crucial para desarrollar negocios para cualquier compañía, ya sea local o internacional”, señaló De la Fuente.
“Las empresas, incluyendo aquellas en industrias altamente reguladas como las instituciones financieras, pueden navegar a
través de los retos culturales y tecnológicos de América Latina con la ayuda de asesores locales”.
América Latina ofrece una oportunidad interesante y significativa para empresas multinacionales que
buscan crecer. Sin embargo, de imponerse la cultura y prácticas empresariales de la casa matriz a sus operaciones en Latinoamérica, llevará a que los retos negarán los beneficios finales de la expansión a un mercado de alto potencial.