Realizar actividades con la familia y asignarles días concretos es una opción.
Tratar de encontrar el equilibrio entre el trabajo y la familia es un proceso complejo pero no difícil de sobrellevar. Sin embargo, no son muchos lo que verdaderamente logran dar el paso de la esfera laboral a una vida más relajada con sus seres queridos aunque sea por un par de horas al día.
Bajo este escenario, la Harvard Deusto Business Research (HDBR) y EAE Business School publicaron un artículo con los con consejos para encontrar el equilibrio perfecto.
1. Fijar prioridades: lo ideal es que la esfera privada y la esfera laboral tengan su propio espacio. Pero en aquellos casos en que coincidan, es necesario decidir cuál de las dos es más importante. No quiere decir esto que se descuide una para dedicarse a la otra, pero sí que, en determinadas circunstancias, el trabajador sea flexible y centre su atención en alguna de ellas.
2. Metas familiares: los objetivos laborales van unidos al desempeño de un trabajador en una empresa, pero no pasa lo mismo en el aspecto familiar, donde por lo general no hay rutas trazadas ni cronogramas fijos de actividades. Una buena opción puede ser el establecimiento de actividades para realizar con la familia y asignarles días concretos.
3. Revisar el calendario laboral: pero las opciones de conciliación también pueden llegar desde el lado opuesto. El empleado puede, por ejemplo, revisar con antelación su cronograma de actividades en la empresa para no perjudicar las horas que dedica a su familia. Es cuestión de repartir la agenda.