De acuerdo a un estudio de la consultora Bain & Company, hay tres elementos en particular que afectan el éxito profesional de las mujeres y que tienen que ver menos con ellas y más con el entorno.

Cuando se habla de mujeres que han alcanzado un éxito significativo en el lugar de trabajo, muchos consejos apuntan al papel que desempeñan y cómo determinan su carrera profesional. Varias especialistas en estos temas han elaborado estudios y escrito libros, como el “Lean In: Women, Work, and the Will to Lead" escrito por la CCO de Facebook Sheryl Sandberg. En éste se invita a las mujeres, a través de ejemplos prácticos, a cambiar de pensamiento, atreverse a alzar la voz para decir lo que piensan, ser más agresivas y liderar sin temor.

De acuerdo con un artículo del The Huffington Post, un nuevo informe revela que la responsabilidad recae también en los gerentes.

En el reciente informe de negocios elaborado por Julie Coffman y Bill Neuenfeldt de la consultora Bain & Company, se explora por qué pese al elevado número de mujeres que tienen un grado avanzado y poseen éxito en posiciones de nivel medio, todavía hay muy pocas que llegan a la cima. El estudio se centró en mujeres que trabajan en varias industrias.

Muchos podría esperar que este cambio coincida con la decisión de formar una familia, pero el estudio no mostró ninguna diferencia en las respuestas de las mujeres con y sin hijos, que eran tanto empleadas nuevas como experimentadas. En cambio, el informe expone tres elementos en particular que afectan el éxito profesional de las mujeres y que tienen que ver menos con ellas y más con el entorno.

A continuación, tres factores laborales según el informe impiden avanzar a las mujeres que aspiran a mejores puestos de trabajo.

1. El perfil convencional de líder exitoso no se ve tan atractivo. Las mujeres no se sentían identificadas con el perfil propuesto o supuestamente exitoso, porque se consideraban que a los líderes se les pedí estar siempre “arriba” o ser expertos en relacionamiento. “Ellas no sienten que son esa persona, que el perfil de persona exitosa puede quizá ser muy limitada”, dice Julie Coffman.

2. Carecen de una relación activa y de apoyo con sus supervisores. La presencia de un supervisor que esté activamente tratando de ayudar a los empleados a avanzar en sus carreras, tiene un efecto sustancial en que los empleados quieran progresar, especialmente las mujeres. Los hombres quieren el apoyo del supervisor también, pero la ausencia su ayuda no parece afectarles tanto. Tener ese sistema de apoyo integrado no sólo proporciona una inyección de moral para los empleados, sino que ayuda a producir un trabajo de mayor calidad que puede, a su vez, permitirles avanzar en sus carreras.

3. No ven dentro de su empresa un modelo para identificarse. A menudo, las mujeres no ven a otras mujeres en posiciones de liderazo, y quizá por eso se les dificulta imaginarse en ese rol. Esta falta de un modelo a seguir genera que sea aún más complicado desarrollar una relación de uno a uno con un jefe, que puede ayudarlas a sentirse cómodas con la idea de apuntar alto.

Coffman dice que muchas mujeres están buscando un modelo a seguir inexistente.