En México, las empresas consideradas Scale-ups sólo representan 6% de las compañías.
En México, las empresas consideradas Scale-ups sólo representan 6% de las compañías.
La creación de startups es un proceso que requiere de mucho tiempo, dedicación y esfuerzo; sin embargo, lo más complicado viene después cuando se debe dar el paso a una Scale-up, lo que puede convertirse en un dolor de cabeza aun para las empresas más consolidadas.
De acuerdo al Scale-up Institute del Reino Unido y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una Scale-up se caracteriza por tener “un promedio de crecimiento anualizado de empleados (o del volumen de negocios) superior a 20% por año en un período de tres años y con 10 o más empleados al comienzo del período de observación”.
En México, las empresas consideradas Scale-ups sólo representan 6% de las compañías, ya que muchas se quedan en alguna etapa del proceso de crecimiento. Para ayudar a tener una transición exitosa, la empresa de consultoría especializada en startups, G2 Consultores, recomienda seguir los siguientes tres pasos:
Cambia de paradigmas
Muchas start-ups con aspiraciones de convertirse en Scale-ups fracasan porque no son capaces de comprender que la etapa de despegue terminó y que ahora es necesario comenzar a pensar en cómo pasar a la siguiente etapa.
Si los dueños de negocios identifican las nuevas necesidades de su negocio en crecimiento, será más fácil encontrar el camino.
“El cambio de etapa implica un desdoblamiento de la compañía a una realidad completamente diferente en donde quizás muchos negocios se atoran porque no tienen las habilidades para implementar ese nuevo negocio”, indicó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores.
Identifica qué cambios se necesitan
Conforme se pasa a la etapa de crecimiento, es necesario estandarizan los procesos de negocio para que las grandes experiencias pueden ser reproducidas de manera constante. Esto se logra incorporando experiencia en los procesos y estructuras que mantengan a flote a la empresa.
“Un problema importante es conseguir el talento que se requiere para cada función, pero el principal problema es antes de eso, cuando no se dan cuenta de qué necesitan”, comentó González Gasque.
No tengas miedo de incorporar talento
Tener una buena idea es solo el comienzo de un negocio, pero el verdadero reto para escalar consiste en poder llevarla a la práctica efectivamente, sin olvidar que las habilidades que se requieren para ambos procesos son completamente distintas, por lo que puede que incluso como directivo tus habilidades se queden cortas.
“Ahí es donde comienzan a tropezar mucho los emprendedores porque, en primer lugar, tienen miedo de incorporar talento y sumar habilidades al equipo, están muy enfocados en el paradigma del que vienen”, señaló González Gasque.
Si un emprendedor se mantiene enfocado en lo que funciona y deja de lado aquello que no funciona, si innova continuamente y pule sus procesos, entonces su start-up escalará para convertirse en una Scale-up, creando más empleos, generando más ingresos y logrando un impacto más positivo con sus clientes y con el público al que se dirige.
FOTO: PEXELS.COM