Por José Luis Moreno Álvarez, director de producto de Ellucian para Latinoamérica y el Caribe.
Las universidades están experimentando un conjunto de cambios importantes, inducidos por las tendencias tecnológicas y sociales hacia la digitalización. Como todas las revoluciones, la digital, asociada a la llamada 4.0 por Klaus Schwab, trae consigo un reajuste masivo en todos los sectores, desde la cadena de producción y energía, hasta la banca.
Es un cambio de paradigma, pasamos de entender la tecnología como un robusto cúmulo de infraestructura de TI para concebirla como un complejo e interconectado ecosistema que habilita el aprendizaje digital; la atención no recae más en la tecnología misma, ahora se centra en los alumnos y usuarios, así como las experiencias de aprendizaje que permite.
La digitalización es ya una necesidad dentro de las instituciones educativas capaz de atraer a más y mejores estudiantes, mejorar la experiencia de los cursos, materiales docentes y el proceso formativo en general; también permite dar seguimiento con el fin de detectar obstáculos formativos y disminuir el riesgo de deserción escolar. Sin embargo, persiste la reticencia por entender y aprovechar las oportunidades de transitar hacía este entorno digital. Por ejemplo, en España, el presupuesto que las instituciones de educación superior destinan a la digitalización es apenas de 3.48%. A pesar de que el 91% de las instituciones cuenta con los recursos necesarios para invertir en ella, solo el 27% lo hace.
A manera de revertir esta situación, algunas universidades alrededor del mundo han iniciado el uso de learning analytics, cloud para la educación y gobierno digital, entre otras tendencias tecnológicas. Sin embargo, esto está lejos de ser una constante. De acuerdo al estudio sobre el estado de la transformación digital (The 2017 State of Digital Transformation), existen 3 principales retos para que este tipo de iniciativas sean adaptadas al interior de las organizaciones:
- Poco conocimiento digital dentro de la organización. Según un estudio realizado por el Foro Económico Mundial, el 88% de las organizaciones aún no entienden las implicaciones de la revolución 4.0.
- La transformación digital es vista como costosa. De acuerdo a la agenda 2030, publicada por la ONU en 2015, las universidades deben buscar la sostenibilidad universitaria, utilizando sus recursos de forma adecuada; sin embargo, las fuentes de ingreso para las instituciones siguen siendo muy diversas y dinámicas, lo que genera reservas a nivel directivo al momento de invertir en tecnologías.
- La cultura dentro de la organización. Tan solo en México, el 64% de las instituciones de educación superior no ha diseñado procedimientos para implementar procesos digitales en su institución (ANUIES 2016).
Todo camino largo inicia con el primer paso, comprender estos puntos es clave para iniciar la transición digital dentro de las instituciones de educación superior, asegurar la calidad de la educación y los servicios escolares mediante la tecnología.