La capacidad de retener a los profesionales es muy necesaria.
Debido a la escasez de talento en la región, puede que en más de alguna empresa se esté barajando la idea de cazar talentos ajenos. Bien sabido es que hoy más que nunca la capacidad de retener a los profesionales es muy necesaria, sobre todo cuando el foco es capaturar a los Millennials, conocidos por buscar más que un alto sueldo.
Entonces, ¿qué se debe hacer para no llorar la salida de un buen profesional? Acá tres consejos que Inc. Magazine menciona:
1. Paquetes de compensación competitivos. Aunque las personas suelen aceptar las posiciones de trabajo por el dinero, también es cierto que varios renuncian a sus jefes y a la cultura y visión de la empresa. Todo porque se sienten poco valorados.
Se puede hacer sentir a los empleados valorados a través de ciertas acciones. Una buena opción es proporcionar sueldos de mercado, siempre consultando informes y estadísticas significativas. Ttambién se pueden mejorar los paquetes de compensación con acciones de la empresa o la Concesión de Unidades de Acciones Restringidas (RSU).
Otra alternativa es otorgar flexibilidad horaria con posibilidad de trabajo remoto o beneficios como estar cerca de locales de comida, lavandería o cuidado de niños. También podría ayudar traer estos últimos al lugar de trabajo.
2. Un buen trabajo. Esta clase de empresa se caracteriza porque los profesionales pueden desarrollar sus habilidades, es posible salir a la hora prevista y utiliza las últimas herramientas de software, técnicas y de tecnología. Es uno que es dinámico y no estático, que no implica hacer lo mismo cada minuto de cada hora de cada día de cada semana.
3. Crear una cultura de trabajo ganadora. Cuando alguien pregunta que es la cultura corporativa, una buena respuesta sería que ésta se define por lo que los empleados dicen de la empresa en una reunión de amigos. Si se dice que la compañía se preocupa por ellos, hay visión y liderazgo y se valora el éxito, se podría decir que las cosas se están haciendo bien. En cambio, si existen conversaciones sobre ascensos inexplicables u otro rumores, algo está mal.
Como jefe, usted debe ser una especie de entrenador y darse cuenta de la cultura de la empresa. Los entrenadores tienen que asegurarse que las personas tengan éxito, y para eso debe haber una estrategia.
Otro punto es valorar la retroalimentación, ya sea escuchando directamente a sus empleados o recibiendo opiniones de forma anónima. Cualquiera sea su elección, debe recordar que si ha decidido enterarse de lo que piensan de la empresa, debe hacer algo al respecto. No hay nada peor que un buzón lleno de sugerencias y reclamos e ignorarlas.
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