Desde Robert Half explican que es fundamental generar conciencia del daño que pueden provocar los rumores en el desempeño laboral.
Sin importar el tamaño o rubro de la empresa es muy importante prestar atención a la comunicación que existe dentro de la oficina para evitar que rumores pequeños y muy particulares, provoquen consecuencias mayores. El ambiente laboral es uno de los factores más influyentes en la satisfacción de los trabajadores y, por lo mismo, debe gozar siempre de confianza y transparencia.
Karina Pérez, directora de Robert Half, empresa especialista en reclutamiento, asegura que es responsabilidad de cada empleado, pero sobre todo de los jefes, generar canales de diálogo que no den espacio a malentendidos ni mensajes erróneos a nivel colectivo. “Generalmente, los rumores surgen por falta de transparencia o de información clara, algo que puede solucionarse implementando una comunicación directa, fluida y eficaz dentro de la compañía”.
En este sentido, es fundamental que los mensajes transmitidos por las altas gerencias estén alineados, no den espacio a la libre interpretación, y en caso de que no sean del todo claros, los trabajadores deben tener la seguridad de que existe una relación de confianza y que sus dudas pueden ser aclaradas. Siempre manteniendo el respecto en ambas direcciones.
Si bien pueden existir rumores que se divulgan de manera intencional, con el fin de generar un conflicto específico, la mayoría surge como respuesta a situaciones ambiguas, por lo que el primer paso es impulsar al máximo la comunicación interna, generando canales formales, voceros confiables y entrenados, y siempre siendo transparentes.
“Las personas necesitan manejar información sobre lo que les rodea, y si la empresa donde trabajan no proporciona dicha información de manera seria y masiva, es muy probable que tiendan a buscarla por sus propios medios”, asegura Karina Pérez. Además, explica que existen otras causas por las que se pueden fomentar rumores, entre ellas, la necesidad de reconocimiento entre los colegas.
Incluso los rumores aparentemente inofensivos pueden afectar a los empleados, generando una disminución en la productividad y problemas de retención de talentos. Un buen gerente debe estar preparado para enfrentar este tipo de situaciones a través de comunicación efectiva, y, sobre todo, dando el ejemplo de un liderazgo basado en la transparencia y confianza.
Para que en tu compañía disminuyan los rumores y reine la trasparencia, Robert Half te da algunos consejos:
- Política de puertas abiertas: los empleados necesitan saber que siempre habrá alguien dispuesto a escuchar sus inquietudes y responder dudas. Jefes: ¡tomen la iniciativa y demuestren interés por el ambiente que se vive en su empresa!
- Información clara y transparente para todos: mediante el silencio no se consigue nada, sobre todo, en tiempos de cambio o crisis, cuando los rumores de oficina se extienden aceleradamente. Lo mejor es entregar mensajes precisos e iguales para todos.
- Abordar el rumor con la mayor rapidez: sin importar de qué se trata, no hay que esperar a que el rumor desaparezca por sí solo, ya que los sentimientos negativos creados por el chisme solo dañarán la moral de los afectados. La adopción de medidas inmediatas generará un sentimiento de seguridad.
- Predicar con el ejemplo: una de las mejores maneras de lidiar con los rumores desde la gerencia, es comportándose como un modelo a seguir. Si quieres ser un líder, no propagues rumores y evita siempre criticar a otros frente a los miembros del personal.
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