Muchos hemos cometido errores, pero lo mejor es entregar disculpas sinceras, más aún en nuestro empleo.
Todos hemos cometidos errores en el trabajo. Sin embargo, la capacidad para entregar una solución y pedir disculpa por el cometido es fundamental.
Según explicó Andy Molinsky, profesor del International Management and Organizational Behavior de Brandeis International Business School en un artículo de la revista Harvard Business Review, “es difícil admitir nuestros errores y mirar a alguien a los ojos y ofrecer una disculpa sincera. Pero las disculpas son esenciales para reparar las relaciones en el trabajo. Con esta acción, demuestras que valoras la relación y el punto de vista de otra persona”.
Sin embargo, Molinsky que ha investigado el tema dio cuenta a HBR sobre las 4 formas menos eficaces de pedir disculpa en el empleo.
1. La disculpa vacía: Es cuando pides disculpas sólo por el hecho de hacerlo y no pones ninguna cuota de sensibilidad o sentimiento para ofrecerla. Ejemplo: “Lo siento. Dije, lo siento”.
2. La disculpa excesiva: Es cuando tus disculpas no parecen ser verdaderas por todo el “teatro” que haces en el momento. Por ejemplo, olvidaste distribuir copias de los documentos de los cuales se centrará una reunión, y luego de un tiempo estás de rodillas pidiendo perdón a tu jefe. Otro ejemplo es cuando pides disculpas demasiadas veces por el error que has cometido. “Perdón. Me siento muy mal. Perdón. ¿Hay algo que pueda hacer? Me siento muy mal acerca de esto…”
3. La disculpa incompleta: Por ejemplo, usted toma la responsabilidad parcial de su papel tras un error cometido, pero no expresa arrepentimiento o pide perdón.
4. La negación: Tu ego saca lo peor de ti y simplemente no te disculpas por los errores.Tal vez estás tan frustrado o enojado que en lugar de disculparte, te defiendes y niegas todo.
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