Estudio revela que la falta de acceso a financiamiento y apoyo del estado se mantienen como los grandes obstáculos para cumplir este sueño de la empresa propia.
Pese a la gran cantidad de obstáculos que existen para iniciar un negocio en Perú, los peruanos somos los más optimistas de la Alianza del Pacífico cuando se trata de soñar con un negocio propio. Es más, Perú ocupa el primer lugar en el índice de espíritu emprendedor en América Latina y el quinto en todo el mundo.
El estudio “Brechas para el emprendimiento del Observatorio de la Alianza del Pacífico” presentado por la Asociación de Emprendedores de Perú (ASEP) y Emprende UP revela que la falta de acceso a financiamiento y apoyo del estado se mantienen como los grandes obstáculos para cumplir este sueño de la empresa propia.
El estudio fue realizado en 2018 en Chile, Colombia, México y Perú (países en los cuales la micro y pequeña empresa supera el 95% del total) con el fin de conocer el ecosistema emprendedor así como las dificultades que enfrentan los micro y pequeños empresarios en su desarrollo. La data recolectada apoyará el desarrollo de líneas de acción y recomendaciones de políticas públicas que permitan reducir las brechas y avanzar hacia países más productivos y competitivos.
Motivaciones para el emprendedor peruano
Respecto a Perú, se encuentra que las motivaciones para iniciar un negocio propio entre mujeres son mayor flexibilidad horaria y obtener mayores ingresos, mientras que para el caso de los hombres es el desarrollo de un producto o servicio y falta de empleo.
Cabe indicar que en el caso de las mujeres la necesidad de mayor flexibilidad obedece a distintos factores personales y culturales por ejemplo la carga familiar y una alta proporción de emprendedoras con actividad adicional (el 57% de emprendedoras peruanas comparten su actividad emprendedora con otro trabajo frente a sólo 37% de chilenas en la misma situación).
Brechas de género en el emprendimiento
La brecha es importante tanto en el porcentaje de mujeres emprendedoras como en el acceso a financiamiento en la AP. De acuerdo al estudio, la tasa de emprendimiento femenino en estos países miembros ha ido en aumento: en Chile el porcentaje de mujeres emprendedoras alcanza el 26%, seguido de Colombia con un 25%, Perú con un 23% y México con un 19%. Sin embargo este número se mantiene aún bajo considerando que las mujeres representan el 40% de la población económicamente activa en América Latina.
Esta baja participación femenina obedece a distintos factores, que pueden ser agrupados en: personales (ej. nivel educacional, percepción del riesgo, motivaciones, autoeficacia), interpersonales (ej. carga familiar, ausencia de modelos a seguir, experiencia laboral y falta de redes) y contextuales (ej. culturales o de acceso a financiamiento).
A esto se suma la brecha en acceso a financiamiento, ya que más del 80% de quienes acceden a financiamiento privado de inversión para emprender son hombres.
Aún nos falta Innovación
Perú es una de las economías de América Latina con los indicadores más bajos en inversión en investigación y desarrollo, siendo este menor al 0,2% del PBI cuando en otros países este llega a más del 3 o 4%. A ello se suma baja inversión en infraestructura y calidad de capital humano.
Aunque invertir en innovación y desarrollo (I+D) es clave para alcanzar un mayor nivel económico se conoce que de 5.000 personas en edad de trabajar solo una se dedica a la investigación. Por ejemplo, la solicitud de patentes en nuestro ha ido disminuyendo en los últimos años llegando a ser solo de 36 patentes por millón de habitantes anualmente lo que es considerado como un indicador de menor innovación en el país.
Urgen cambios en políticas públicas a nivel región
Más del 60% de emprendedores señala que el financiamiento es el principal obstáculo para iniciar o hacer crecer su negocio y esto está directamente relacionado a su liquidez.
El pago atrasado de facturas por sus productos o servicios por parte de la gran empresa trae consigo pérdidas de ingresos, endeudamiento y aumento de los costos de la tasa de interés, imposibilidad para cumplir sus compromisos o contratar nueva mano de obra, retraso en pagos a proveedores, entre mucho otros que pueden terminar incluso en la quiebra de sus empresas.
En este sentido, en Perú ya se viene trabajando en la Ley Pago 30 Días como parte de una iniciativa regional de ASELA que obtuvo resultados positivos a fin de 2018 en Chile. La promulgación de esta ley en el vecino país beneficiará a más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas y sienta un precedente positivo para la mejora de las condiciones para emprendedores en toda la región.
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