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5 claves para lograr que el programa de incentivos sea eficiente
Jueves, Mayo 30, 2019 - 14:00

Cuando un trabajador baja su nivel de compromiso con la empresa, su productividad también disminuye considerablemente.

Un programa de incentivos puede mejorar el rendimiento de una empresa hasta en un 16%, convirtiéndose en una de las herramientas más poderosas para aumentar la productividad de los trabajadores y retener talentos en la compañía.

Según el IMA (Incentive Marketing Association), los planes de incentivos son “campañas de marketing diseñadas para promover acciones específicas entre los colaboradores, buscando producir resultados medibles a través de la motivación”.

¿Por qué es necesario incentivar a los empleados?

Cuando un trabajador baja su nivel de compromiso con la empresa, su productividad también disminuye considerablemente. Esto, no sólo puede perjudicar su desempeño personal, sino que el de sus compañeros, ya que su actitud puede contribuir a generar un
ambiente nocivo al interior de la compañía.

Satisfacción garantizada

Cuando los colaboradores están felices, son más fieles a la empresa a la que pertenecen, lo que repercute directamente en su productividad y disposición. Con esto, el trabajo se realiza de manera eficiente y los objetivos que se establecen suelen ser un aliciente para lograr una retribución, que puede ir más allá de un tema salarial.

Los incentivos son una carta estratégica para lograr un mejor nivel de identificación de un colaborador y la compañía a la que pertenece, dando un valor agregado a su trabajo y generando un vínculo mucho más fuerte entre ambas partes.

Claves para un buen programa de incentivos

Desde SAWA Incentive Marketing, donde implementan estas iniciativas, recomendan algunas claves:

1. Ambas partes deben beneficiarse. El primer criterio que se debe establecer para elegir un buen programa de incentivos, es que ambas partes tengan una retribución, es decir tanto el trabajador como la empresa, deben ver rentabilizados sus anhelos y objetivos con
la implementación de estas estrategias.

2. Contar con un sistema de comunicación efectiva. La idea de dar incentivos, es motivar a los trabajadores y mejorar su productividad. Para esto, no sólo lo que se ofrezca debe estar previamente establecido, sino que el lenguaje que se utilice debe canalizar de manera eficiente los lineamientos de la empresa, con el objetivo de que los mensajes lleguen correctamente a los trabajadores.

3. Utilizar todos los canales internos para transmitir el mensaje. El uso de plataformas y nuevas tecnologías ayuda a entregar las directrices deseadas y son el canal de información entre una empresa y sus trabajadores. Su correcto uso y buen aprovechamiento, será clave para poner en marcha un buen Programa de Incentivos.

4. El programa debe ser medible. Para reconocer cuál será el éxito que se tendrá con la puesta en marcha de la estrategia, se deben tener indicadores comerciales o KPI’s, que puedan controlar los objetivos y permitan cuantificar el resultado.

5. El Programa de Incentivos no monetarios se debe reevaluar sistemáticamente. Si esto funciona hoy, no necesariamente será efectivo en el futuro. Tanto las personas como sus motivaciones van cambiando y, por lo mismo, siempre es rentable ir evaluando los diferentes programas y estrategias que se llevan a cabo en una compañía.

Es fundamental recalcar que cuando los trabajadores están felices, son mucho más fieles a la empresa a la que pertenecen. Se trabaja en un mejor entorno laboral y su buen desempeño se refleja en su productividad.

Es por este motivo que un buen Programa de Incentivos no sólo va a lograr cambiar la cara interna de la compañía, sino que también va a impactar en el mensaje que llegue a los clientes y a alcanzar los resultados esperados.

Autores

AméricaEconomía.com