Según el estudio “Tendencias anuales en sueldos, beneficios y lugares de trabajo” de Randstad, 64% de las compañías en Chile requiere profesionales con inglés avanzado para más del 25% de sus vacantes.
No es un secreto que el mercado laboral cada vez tiene menos fronteras. Esto no solamente significa que hay más oportunidades en el extranjero, sino que también el trabajo diario de muchas compañías tiene relación con personas de otros países, ya sea por proyectos comunes, acuerdos internaciones, comunicación con clientes, coordinación entre colegas y otras instancias en las que es necesario establecer un intercambio global.
En este contexto, las oportunidades de desarrollo profesional se multiplican si se potencian algunas competencias. De hecho, de acuerdo al estudio “Tendencias anuales en sueldos, beneficios y lugares de trabajo” de la multinacional de Recursos Humanos Randstad, 64% de las compañías en Chile requiere profesionales con inglés avanzado para más del 25% de sus vacantes.
De todas formas, Carlos Espinoza, branch manager de la consultora, señala que hay que tener presente que no basta con aprender inglés, puesto que “las crecientes conexiones internacionales que se dan en el mundo laboral favorecen a los talentos capaces de desenvolverse en varios idiomas.
En este sentido, otra investigación realizada Randstad Professionals en 2017 reveló que el conocimiento de lenguas aumenta un 37% las posibilidades de encontrar empleo, lo que es aún más importante en puestos directivos, ya que el 70% de ellos exige a los candidatos al menos dominar otro dialecto, aparte del nativo”. Está claro que el inglés es imprescindible para una multitud de cargos, pero no se debe perder de vista las oportunidades que pueden brindar otras jergas, como la china.
“Y es que alrededor de mil millones de personas en el globo la hablan, lo que supone más de una sexta parte de la población global. Esta circunstancia, unida a la expansión del mercado chino y su creciente presencia en el comercio internacional hacen que valga la pena hacer un esfuerzo por aprender su lengua”, explica.
El ejecutivo agrega que Brasil es uno de los principales mercados de América, por lo que el portugués cobra cada vez más protagonismo, así como el ruso. “Rusia es una potencia mundial y su idioma también está entre los más hablados. Aprenderlo es un valor añadido, especialmente en el sector digital.
Según una encuesta de W3 Techs, en 2013 el ruso ya aparecía en el 5,9% de los sitios web, siendo el segundo más utilizado, solo por detrás del inglés. Asimismo, el francés es la lengua oficial en la mayoría de las organizaciones internacionales, convirtiéndola en una herramienta valiosa en el ámbito diplomático. Por último, el alemán permite relacionarse en uno de los motores principales de la economía europea, además de ser un actor principal a nivel industrial en todo el mundo. Así, igualmente resulta muy útil en otros países de grandes posibilidades, como Austria, Suiza o Luxemburgo”, sostiene.
No obstante, alcanzar el éxito internacional no solo depende de los idiomas. La flexibilidad y la empatía se deben desarrollar de igual forma. “Para establecer relaciones profesionales con clientes o colaboradores extranjeros, no basta con hablar el mismo dialecto, sino que hay que adaptarse al contexto”, asegura. En esta tarea no hay que pasar por alto la naturaleza de otras culturas: estilos de comunicación, formas de actuar, normas sociales y estilos de vida, porque superar las barreras culturales no siempre es fácil, pero si se investiga sobre el funcionamiento de su sociedad, ya hay mucho terreno ganado.
“Por ejemplo, en Asia predomina una comunicación más técnica, mientras que en Estados Unidos se busca menor complejidad y mayor comprensión. Con respecto al lenguaje, no hay que olvidar que la manera de relacionarse varía en función de cada nación: en Japón son más fríos y en Italia más cercanos. También es imprescindible tener en cuenta los horarios de actividad laboral del país y sus fiestas locales para que la comunicación sea más efectiva”, recalca Espinoza.
Asimismo, la tolerancia y el respeto pueden resultar habilidades muy enriquecedoras. Ayudan a tener nuevas perspectivas y a descubrir otras formas de dar soluciones a los retos profesionales.
“Para disfrutar de estas ventajas es esencial ser tolerante y capaz de comprender los comportamientos de personas con otras costumbres, así no se cae en prejuicios y posibles conflictos o malentendidos”, clarifica. Las habilidades sociales naturalmente son indispensables, ya que el contexto del trabajo está repleto de interacciones y es necesario desenvolverse bien en el trato con los demás, especialmente en los puestos de orientados al cliente, como marketing, ventas y consultoría. Para esto es clave mostrar interés por la gente y ganarse su confianza”, enfatiza Espinoza.
Finalmente, si hay que colaborar con profesionales de otros países, es necesario estar capacitado para trabajar en remoto de manera efectiva, aprovechando al máximo las posibilidades tecnológicas. Las herramientas digitales de videoconferencia o gestión de tareas y proyectos en la red son imprescindibles, por lo que es fundamental familiarizarse con ellas para desempeñarse con más agilidad y eficiencia.
“Además, el desarrollo de la realidad virtual y aumentada favorece que varias personas accedan a un objeto o proyecto y modificarlo desde diferentes partes del mundo como si estuvieran en el mismo espacio físico. En definitiva, la globalización y la eliminación de barreras espacio-temporales están generando un contexto laboral cada vez más internacional. Si los candidatos tienen esto en cuenta y consiguen adaptarte a las diferentes culturas y formas de trabajar, aumentará su valor profesional y mejorarán sus posibilidades presentes y futuras”, puntualiza.
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