El preservativo es uno de los métodos más seguros a la hora de prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS) y embarazos no deseados, alcanzando una efectividad superior al 90% pero que no es total dado que existen muchos casos en que esta funda de látex o poliuretano se puede romper, salir o simplemente no cubre de todas las infecciones existentes.
El preservativo es uno de los métodos más seguros a la hora de prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS) y embarazos no deseados, alcanzando una efectividad superior al 90% pero que no es total dado que existen muchos casos en que esta funda de látex o poliuretano se puede romper, salir o simplemente no cubre de todas las infecciones existentes.
En este sentido, el condón puede reducir el riesgo de contagio y propagación de ETS que se pueden contraer a través del sexo vaginal, anal u oral, sin embargo, hay otras prácticas íntimas que igualmente pueden favorecer el contagio de enfermedades sexuales y que no requieren sólo de penetración.
Y es que aunque puede sonar obvio, se debe tener en cuenta que el preservativo no protege de infecciones que pueden transmitirse a través del roce de piel con piel, particularmente en la zona de la pelvis, o por el contacto de fluidos de una persona infectada con la piel.
Existen al menos cinco enfermedades bastante conocidas pero que por lo general se asocian solo al contacto sexual a través de la penetración, cuando en realidad el riesgo de contagio es mucho más amplio.
1.- Virus del Papiloma Humano (VPH)
Esta es sin duda una de las más importantes, ya que en la última década se ha vuelto mucho más frecuente su contagio, situación que desde 2014 motivó al Ministerio de Salud de nuestro país a realizar una campaña de vacunación contra el VPH en las niñas de 4to y 5to básico de todos los establecimientos educacionales de Chile, principalmente para reducir la tasa de cáncer de cuello uterino. Cabe señalar que hasta 2013, la vacuna estaba disponible sólo para quienes podían costearla.
El VPH puede causar verrugas en diferentes partes del cuerpo y pese a que existen más de 200 tipos, cerca de 40 afectan a los genitales, según consigna el portal de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, Medline.
El virus se propaga a través del contacto sexual con una persona infectada ya sea por contacto genital con penetración (vaginal y/o anal), que es la más común, o por el contacto oral-genital, manual-genital y genital-genital, principalmente si existen verrugas. Estas suelen aparecer en la zona de la ingle, ano y perineo. Además, si los fluidos de una persona infectada tocan tu piel, también pueden contagiarte.
Cabe destacar que si bien el VPH de bajo riesgo provoca la aparición de verrugas genitales, el de alto riesgo está relacionado con cáncer al cuello uterino, de ano, de vulva, de vagina, de pene y algunos tipos de cáncer oral.
También es importante saber que algunas personas no necesariamente presentan verrugas y pueden tener el virus sin síntomas evidentes.
2.- Molusco genital o molusco contagioso
Si bien no es una enfermedad de exclusiva transmisión sexual, el molusco genital es una afección cutánea que se propaga por contacto directo de piel con piel y también por relaciones sexuales (vaginal, anal u oral) sin protección.
Las lesiones se presentan en diversas partes del cuerpo, principalmente rostro, axilas, cuello, brazos, manos y genitales.
La aparición de estas lesiones en los genitales, suelen confundirse con herpes o verrugas, sin embargo, estas marcas no son dolorosas. La infección se presenta como una pápula pequeña que va creciendo y se convierte en un nódulo de color carne y apariencia de perla.
Es el rascado, por su irritación, el que facilita la propagación del virus, al igual que el roce íntimo en una relación sexual con una persona infectada.
3.- Sífilis
Es una enfermedad causada por una bacteria y que muchos creen que su transmisión responde únicamente al contacto sexual con penetración, por lo que el uso del condón bastaría para prevenir el contagio, pero si bien reduce en gran parte su propagación, no es total ya que a veces las llagas pueden estar presentes en zonas que el preservativo no alcanza a cubrir.
Este cuadro infecta el área genital, la boca y/o el ano y se presenta a través de llagas. De acuerdo a la ginecóloga argentina Lila Dubra, “el contagio puede producirse sin que exista contacto sexual con penetración, pues el simple contacto con las zonas afectadas puede diseminar la enfermedad”.
La etapa temprana de la sífilis se presenta con llagas y a veces inflama los ganglios linfáticos cercanos. Estas erupciones no pican y son frecuentes en manos y pies. Y aunque muchas personas pueden no notar sus síntomas, éstas suelen desaparecer y aparecer cada cierto tiempo, lo que es muy peligroso ya que que en etapas posteriores de la enfermedad, el paciente puede presentar dificultad para coordinar movimientos musculares, parálisis, ceguera, demencia, daños en órganos internos e incluso la muerte, según el Centro para el control y prevención de enfermedades del gobierno estadounidense.
4.- Tricomoniasis
Es una enfermedad causada por un parásito y que se contagia a través de prácticas sexuales que incluyen el roce genital con una persona infectada. El compartir prendas íntimas o de uso personal, también puede facilitar su contagio.
Muchas de las personas no evidencian síntomas, y éstos suelen aparecer entre cinco y 28 días luego de contraer la infección. En las mujeres es más preocupante, ya que se presenta con secreciones vaginales verdosas o amarillentas, dolor o ardor durante relaciones sexuales, dolor al orinar, picazón dentro o alrededor de la vagina.
En el caso de los hombres, el principal síntoma se presenta como una secreción blanquecina del pene o en dificultades para orinar y/o eyacular.
5.- Herpes genital
Causada por el virus del herpes simple, esta enfermedad puede provocar llagas en el área genital o rectal, nalgas, muslos e ingle, y se contrae a través de las relaciones sexuales (vía vaginal, anal u oral) con alguien que tenga el virus y por simple roce piel con piel.
Cabe señalar que el virus puede contagiarse aún cuando las llagas no estén presentes y pese a que existen tratamientos para reducir los brotes y, del mismo modo, disminuir el riesgo de contagio a otras personas, el virus permanece en el cuerpo para siempre.
Estas llagas suelen aparecer cerca del área por donde ingresó el virus a nuestro organismo.