Entre las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), es común que la falta de gestión en los procesos suscite problemas de crisis económicas o de liquidez.
La buena administración financiera en una empresa es fundamental para el desarrollo de las actividades que se llevan a cabo sin importar el tamaño, giro o sector a la que pertenezca. De hecho, entre las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), es común que la falta de gestión en los procesos suscite problemas de crisis económicas o de liquidez.
Asimismo, la optimización de los recursos es de suma importancia ya que se evitarán gastos innecesarios y, en consecuencia, se podrá percibir un ahorro sustancial en determinados procesos. Los objetivos de las PyMEs se lograrán, más que por las ventas, por la capacidad de equilibrar las cuentas internas.
“Llevar el control de las cuentas es básico en un negocio. Situaciones como los gastos hormiga o las compras innecesarias pasan desapercibidas y pueden estar provocando un desequilibrio. Existen herramientas tecnológicas que pueden ayudar al empresario a gestionar estos aspectos. Por ejemplo, nuestra solución Empresarial optimiza y simplifica los procesos relacionados a cobros, gastos, viáticos, etc., así las empresas pueden saber en qué se está gastando el presupuesto y cuánto”, recomendó Aurelie Bagard, directora Comercial Small de Edenred México.
El ahorro, especialmente, puede parecer una tarea difícil de realizarse, pero una una vez que se implementan las estrategias correctas, la empresa no sólo prosperará sino que verá un crecimiento relevante a nivel financiero. Por eso, recomendamos seguir los siguientes consejos para unas finanzas sanas:
- Evalúa tu empresa: Analiza cada área de la empresa, en qué se está gastando más y cómo se puede mejorar. También, considera si esos gastos son necesarios o no aportan un beneficio y eliminarlos, o bien, reducirlos.
- Definir metas y objetivos: Una vez que se tiene una visión general del estado de las finanzas, se deberá crear un plan para determinar el fin de los recursos. Las metas se establecen conforme a una estrategia que sea rentable, realista y que aporte liquidez.
- Crear un presupuesto: Crear un presupuesto es más sencillo cuando se tiene el registro del capital que entra y sale. En el presupuesto se deben incluir primero los gastos fijos y después, aquellos más flexibles y no imprescindibles para la empresa como lo son las rentas, mantenimiento, insumos, etc.
- Implementar herramientas financieras: Invertir en un software de contabilidad o plataformas de gestión financiera brindará información certera, seguridad y datos relevantes para tomar decisiones y tener el control.
- Separar las cuentas personales de las de la empresa: Particularmente, cuando se trata de PyMEs, los dueños tienden a confundir el negocio con una cuenta de ahorro personal. Para realmente optimizar el dinero, se debe crear una cuenta externa, propia del negocio y así poder controlar mejor los ingresos y egresos. Asimismo, el director deberá establecerse un salario fijo y respetar el monto para no desbalancear las cuentas.
El ahorro no significa dejar de gastar, no es prescindir de elementos necesarios, básicos para la empresa; se trata de ser cautelosos con el dinero y observar los movimientos que se hacen. Ganar dinero no se logra únicamente con ventas, es saber administrarse e incluir tácticas como buscar descuentos con proveedores, tener una mejor gestión de inventarios y hasta la atención a cliente. Llevar a cabo estas acciones puede ser la diferencia entre prevalecer en la industria o ser parte de las estadísticas.
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