Un manager de empresa de software recuenta sus experiencias.
"Quienquiera que haya empezado alguna vez una empresa, y la haya desarrollado y hecho crecer, muy probablemente haya tenido que despedir a algún empleado eventualmente", dice Tim Berry, presidente y fundador de Palo Alto Software, quien compartió esta lista de sus experiencias sobre despedir personal en la publicación estadounidense Business Insider.
Según Berry, estos son algunos de los momentos más engorrosos por los que un dueño de negocios debe atravesar en su relación con sus empleados. Si no se tiene estómago para ello, es mejor mantenerse fuera del juego o contratar un especialista que dé la cara en su lugar.
1. Tener que despedir a quien se esfuerza mucho, pero no rinde o se equivoca demasiado. Por una razón u otra, muchas veces se aceptan trabajadores que luego resultan inefectivos, a pesar de poner mucho empeño. Para evitar que la situación sea más difícil de lo que ya será, contratos de prueba puede ser una opción saludable.
2. Los recortes que imponen las crisis. Es peor aún cuando la culpa no es del empleado, sino del contexto de crisis o de la propia empresa. Pero cuando las cifras no dan, y el daño es inevitable, hay que enfrentar el hecho de despedir a más de uno. En estos casos, ayuda en algo hacerles saber que su desempeño no fue negativo.
3. Un despido no debe llegar por sorpresa. Despedir a alguien tiene que ser la última opción, por tanto, uno debe comunicar al empleado sobre sus carencias o falencias de antemano, para darle la oportunidad de que mejore su rendimiento. Cuando la noticia llega de sorpresa, es un error de management.
4. El momento de despedir a alguien, es justo cuando surge el cuestionamiento. Por lo general, cuando el cuestionamiento viene motivado por ineficiencias del trabajador, o porque se nota que este no comparte la filosofía de la empresa, o cualquier otra razón, suele suceder que ese motivo no desaparece en el tiempo. Por eso, antes puede ser menos dañino que después, en tanto se previene que el trabajador genere lazos emotivos con otros colegas.
5. Para evitar la medida extrema, puede probarse a recolocar al trabajador en otra área más adecuada según sus habilidades, o reescribir su contenido laboral, hasta ponerlo a hacer algo totalmente opuesto a lo que hacía antes.