Los estudios han demostrado que los empleados más felices tienden a estar más motivados y son, en promedio, un 12% más productivos.
Durante 2018, los procesos de contratación y selección de personal empezaron a reactivarse para pensar en avanzar y crecer de manera lenta y sostenida, y gerentes de Recursos Humanos aseguran que el próximo año será mejor. Sin embargo, hoy existe una serie de dificultades a la hora de retener nuevos talentos.
Los estudios han demostrado que los empleados más felices tienden a estar más motivados y son, en promedio, un 12% más productivos. Si se compara este “crecimiento de la productividad” con el del PIB mundial del 3,1% que prevé el Banco Mundial en 2018, el 12% comienza ya a parecer bastante sustantivo.
“Cada vez es más evidente que las empresas que no hacen un esfuerzo concreto por reconocer y desarrollar una fuerza laboral motivada y satisfecha estarán en desventaja. No solo se enfrentarán al reto de retener al personal, sino también de mantener, e incluso acelerar, la productividad para desarrollar su negocio”, explica Karina Pérez, directora de la empresa de reclutamiento Robert Half Chile.
Sin embargo, en la realidad, muchas compañías cometen varios errores que a la larga obligan al trabajador a tomar la decisión de irse:
- Frustraciones en las expectativas laborales: muchas veces, el error es causado por la falta de información inicial que se le entrega al futuro trabajador. Las promesas no cumplidas pueden generar sentimientos de enojo.
- No tener una cartera de beneficios atractiva: comprender los incentivos más buscados entre los empleados es fundamental para elegir los beneficios adecuados. Por lo tanto, se debe realizar una investigación exhaustiva, analizar el poder de inversión de la empresa, divulgar los beneficios y evaluar la satisfacción con el fin de realizar los cambios necesarios.
- Metas inalcanzables: muchos de los líderes de equipo entienden la importancia de definir metas para motivar a los empleados, darles propósito y mejorar la atracción y retención de talento. El fracaso reside en el índice de dificultad puesto en tales objetivos. Tan malo como no proporcionar objetivos individuales es esperar resultados que no representan desafíos o que son realmente imposibles de alcanzar.
- Mal ambiente organizacional: ningún empleado puede sentirse cómodo y al mismo tiempo realizado en un trabajo donde el ambiente organizacional entre colegas no es bueno. Los conflictos mal manejados causan desánimo, una caída en el desempeño, ausentismo y alta rotación.
- Mala comunicación: la falta de empatía y claridad del líder al comunicarse con un colaborador afecta los resultados del resto.
“Es un hecho que las empresas ya no son las únicas que determinan qué candidato quieren, cuándo y dónde lo quieren. Hoy, ellos (los postulantes) también tienen el poder de decisión y de revisar en qué compañía quieren trabajar y desarrollar sus potencialidades, por lo que es responsabilidad de ambos hacer un proceso efectivo y productivo, que los beneficie y que termine siendo un match perfecto”, finaliza Karina Pérez.
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