Alexander Kjerulf, fundador de Woohoo Inc., comparte las máximas que considera están equivocadas.
Mientras algunos se rebelan ante ciertos consejos y frases de negocios, otros las siguen sin pensarlo. Sin embargo, parece que en algunos casos ser rebelde es más que aconsejable. En Inc. Magazine se publicó un artículo con las opiniones de Alexander Kjerulf, fundador de Woohoo Inc., quien es reconocido como experto en felicidad.
A continuación, Kjerulf comparte las máximas que considera están equivocadas.
1. El fracaso no es una opción. De acuerdo con Kjerulf, el fracaso, sin importar lo que se diga, seguirá siendo una opción. E incluso, cerrar los ojos a esto puede hacer que usted esté más propenso a equivocarse, porque la gente que se siente presionada puede comerte más errores por tres razones. Las personas que trabajan bajo presión son menos eficaces, suelen resistirse a informar malas noticias y cierran los ojos ante las señales de problemas.
2. El cliente siempre tiene la razón. Existen dos razones para negar esta frase, y es que los empleados que siguen al pie de la letra esta máxima se sienten descontentos y los clientes, por otro lado, no siempre deben ser considerados por lo alto, sobre todo cuando son indisciplinados, extremadamente poco razonables o malos para los negocios. Además, si el empleado está descontento probablemente ofrecerá un mal servicio. La nueva máxima sería: empleados felices hacen que los clientes estén satisfechos.
3. Nunca esté satisfecho. Kjerulf toma esta máxima y la reinterpreta basándose en el ambiente laboral, donde dice que estar satisfecho no tiene ninguna relación con volverse pasivo y tolerante en exceso. Para él, sentirse satisfecho es bueno porque demuestra que los empleados se sienten bien, motivados, confiados y felices. En cambio, cuando aflora la insatisfacción también se ve afectada la capacidad de actuar de una organización y la voluntad. El truco es apreciar lo que se tiene y aspirar a más. Así que esté siempre agradecido, pero nunca complaciente.
4. Las buenas personas acaban últimas. Totalmente en desacuerdo está Kjerulf con esta mázima, a la que destruye afirmando que es más importante ser generoso y simático que ser despiadado y eficiente.
5. Crecer o morir. Si bien el crecimiento es positivo y actualmente para casi todas las empresas es un objetivo en común, Kjerulf va más allá y se cuestiona si todas las compañías deberían apuntar a éste. Según él, sin ser malo, crecer no siempre es adecuado para todos los negocios. Más de una empresa ha fracasado en el intento por crecer demasiado rápido, en lugar de cuidar los negocios existentes. Su consejo es que crezca, pero en el momento adecuado.
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