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5 ideas motivadoras para aumentar la eficiencia en las empresas
Viernes, Julio 20, 2018 - 14:00

¿Cómo utilizar las habilidades emocionales para desarrollar una buena labor profesional? La respuesta a continuación.

Las empresas han de contextualizarse en el mundo actual para ser productivas. Y eso supone saber cómo funcionan las personas que trabajan en ellas y qué las mueve a ser excelentes. La excelencia supone sacar lo mejor de uno mismo para ser eficiente en el mundo corporativo.

Sin embargo, no hay que olvidar que el motor del ser humano son las emociones, por lo tanto, aquellas empresas que eduquen en la inteligencia emocional serán las más productivas. Más allá de las modas, de todo lo que se escribe como un acto de fe, diremos, desde el campo de la ciencia, que la inteligencia emocional es "la forma de interactuar con el mundo que tiene en cuenta los sentimientos… y por tanto las habilidades relacionadas con la emoción personal". Pero esas emociones son el resultado de las reacciones químicas de nuestros cerebros, producidas como respuesta ante las interacciones de nosotros mismos con los demás.

Utilizar las habilidades emocionales para desarrollar una buena labor profesional es imprescindible en el mundo en que vivimos. Dado que las personas harán todo aquello que las lleve a cubrir sus motivaciones personales, para lograrlo, deberán ser hábiles en las competencias que se materializan en la capacidad para manejar las propias emociones y las de los demás.

¿Qué debe suceder en una corporación exitosa? Los empleados deberían:

  • Dominar la empatía y el autocontrol
  • Poseer habilidades sociales y estar motivados
  • Ser capaces de persuadir y huir de los extremos
  • Encontrar satisfacción en el trabajo bien hecho y poner pasión a los desafíos
  • Entender las opiniones de otros miembros, trabajar en equipo y establecer buenas relaciones con los otros
  • Esto hará que la organización sea más productiva, porque los empleados serán conscientes de la importancia de todos los miembros para alcanzar las expectativas propias y las de los otros.

En el fondo, establecer buenas relaciones, valorar a los demás y poner pasión en las propias motivaciones y en las de las personas que interactúan en la organización, es la mejor energía que puede tener una empresa de hoy y de futuro. Formar equipos de todos los niveles en inteligencia emocional, en la gestión propia, es la mayor inversión que puede hacer una organización, y asegurarse así el futuro. Una inteligencia emocional que no es más que, reitero, el equilibrio entre razón y emoción.

FOTO: PEXELS.COM

Autores

DiarioLasAméricas