Es especialista en leer, predecir y comprender el futuro. Pero, ¿se puede?, ¿cómo? Marina Gorbis estuvo presente en la quinta versión del Congreso Internacional de Innovación Educativo, donde entregó las claves para entender lo que se nos aproxima en el mundo laboral.
Hagamos el siguiente ejercicio. Cierra los ojos e intenta imaginar cómo será el mañana. Los avances tecnológicos, los cambios en la educación, el liderazgo, el cómo enfrentaremos los nuevos puestos laborales. El mundo avanza y no para. Pero, ¿cómo prepararnos ante esta ola de de nuevos desafíos? ¿Hay una preparación para el futuro?
Es lo que Marina Gorbis quiso responder en el quinto Congreso de Innovación Educativa (CIIE) realizado por el Tecnológico de Monterrey. La directora ejecutiva del Institute for the Future (IFTF), una organización de 50 años de investigación no lucrativa y de consultoría con sede en Silicon Valley.
Su conferencia es respecto al pensamiento futurista, pero ¿existe se enseña en las escuelas? Gorbis dice todos deberíamos tenerlo. Si bien, hoy existen escuelas que enseñan este pensamiento, no es algo generalizado. El primer paso dice, es agregar "el futuro" como parte del currículo escolar, sobre todo, las habilidades que se necesitarán a futuro.
"Los jóvenes realmente quieren involucrarse porque ellos estarán viviendo el futuro. Integrar esta visión del sistema antes de que se gradúen es una buena forma de empezar, así podemos entregar todas esas disciplinas para proyectar escenarios futuros o capacitación con técnicas básicas del futuro", asegura.
El IFTF este año, cumplió 50 años. Celebrando este nuevo aniversario, es que Marina quiso compartir los principios aprendidos para pensar como futurista, porque asegura, que pensar en el futuro es una habilidad necesaria para los jóvenes de hoy, algo que debe ser practicado por alumnos, por todos.
Estas son las cinco reglas para pensar como futurista:
1. Nadie puede predecir el futuro
Esa es una de las reglas que hemos aprendimos a lo largo de los últimos 50 años, dice Marina. Es cierto, hay organizaciones o personas que logran predecir ciertas ciertos eventos puntuales y funcionan. Determinar el valor de los mercados o incluso vislumbrar si un determinado producto tendrá éxito en el futuro, es posible.
Pero lo que es realmente difícil de predecir, son esas transformaciones tecnológicas y sociales a mayor escala. La experta ocupa el siguiente ejemplo: “nos gusta verlo como la diferencia entre ondas y marea. Las olas se ven en la superficie, van y vienen y luego desaparecen, pero por debajo de ellas, hay una marea”.
“Entonces mucho de nuestro trabajo esta enfocado en entender esta fuerzas transformacionales, estas mareas que traen cambios en tecnología, en cultura, reglas sociales, comportamientos sociales, todas estas cosas que se unen y podemos describir, desarrollar escenarios, pero no se pueden predecir como tal”, asegura.
Entender el proceso de porqué pensamos en el futuro, es importante. El trabajo de un futurista es estar preparado, considerar todas las posibilidades, todos los escenarios basados en la mejor información que tienes a la mano, y luego cuando algo surge, puedes decir “ya lo había pensado, ya me preparé para esto”.
La directora del IFTF añade que cualquier estrategia exitosa se basa en la previsión o anticipación del futuro. Lo que hay que reconsiderar es: ¿cuáles son las percepciones importantes que podemos sacar de esto?, ¿qué puedo hacer para prepararme para ese futuro?
“Otro punto es que debemos imaginarnos posibilidades, el futuro no está predeterminado, podemos imaginar ciertas cosas. Podemos imaginar algo y podemos trabajar en ello y quizás, se puede construir lo que se imaginó. La imaginación es importante”.
2. Enfócate en las señales
Si no se puede predecir el futuro, hay mucha información histórica que es utilizada, información que es importante pero cuando las cosas están cambiando, no puedes confiar en esa información porque no existe información sobre el futuro. Gorbis dice que ante esta situación, las señales son las herramientas clave.
“Hay señales del futuro pero hay que prestarles atención, si les prestáramos atención veríamos muchas que están en las orillas, que no están bien señaladas, son extrañas, hacen que nos pongamos de pie y nos preguntemos por qué sucede esto, cuál es la causa. Una señal podría ser cualquier cosa, podría ser una nueva tecnología que se está desarrollando en laboratorios, podría ser una observación, una experiencia personal, algo que no cabe en el patrón tradicional”.
Asegura que como futuristas, ya tienen la práctica. Son habilidosos para comenzar a leer esas señales, observar y comenzar a detectarlas.
3. Mira hacia atrás para ver hacia delante
Es importante considerar la información histórica, para entender los hechos y lograr tener una perspectiva.
“Hoy en día yo digo a menudo que soy tanto futurista como historiadora porque Mark Twain tenía una frase que dice ‘la historia no se repite, pero si rima’, quiere decir, que hay patrones en la historia que si se repiten en el tiempo y poner las cosas en perspectiva de la historia es muy importante, entender estos patrones de cambio y sus similitudes en ellos”, enfatiza.
De esta forma, asegura que pasa mucho tiempo leyendo la historia, entendiendo la historia.
4. Descubre patrones
Hay que entender cuáles son los patrones, cuál es esta marea, qué nos indica. Un patrón que habla Marina Gorbis en su libro “The Nature of the Future: Dispatches from the Socialstructed World”, es el modelo de doble curva. A lo que se refiere es que en cualquier periodo de transformación, sea tecnológico o no, vivimos en dos curvas simultáneas.
La primera es una curva descendiente, una curva que ya ha sido establecida, con reglamentos, principios, una estructura en la que hemos vivido por mucho tiempo pero que ya va a la baja. Al mismo tiempo, vemos que una nueva curva emerge, una nueva forma de vivir, de hacer las cosas, donde tenemos influencia sobre su desarrollo. Es nuestro momento de doble curva.
“La curva que va declinando, es la curva de producción institucional, donde la mayoría del valor fue creado por organizaciones grandes o instituciones formales. La nueva manera de hacer las cosas es lo que llamo de construcción social. permite a la gente crear una plataforma y luego unir un grupo de personas para crear algo juntos”.
Un ejemplo de esto es Wikipedia, donde miles de personas pueden aportar y millones, leen o consultan.
5. Crea una comunidad
Según Marina, el trabajo de un futurista es cooperativo, colectivo, es un esfuerzo en conjunto.
“Cuando pensamos sobre el futuro, lo que es muy importante, es unir múltiples puntos de vista y perspectivas para tocar el mismo tema. Cuando pensamos en el futuro de la educación, es importante unir a personas que entiendan las tecnologías y las estén desarrollando para transformar la educación. Necesitamos tener la presencia también de personas que entiendan las distintas aristas”. Es un esfuerzo colectivo, afirma la futuróloga.