La empresa idealmente debería tener cierta preocupación o consideración con quien fue su empleado para el momento del despido.
Los despidos nunca son una buena noticia para los trabajadores. Sin embargo, los encargados de área tratar deben hacer de este proceso lo más transparente posible y ser muy responsable con el empleado que parte.
Es por eso que Javier Krawicki, director general de Tuprimerapega.cl, compartió con América Economía, algunas consideraciones que todas las empresas deberían tener al momento de los despidos.
1. Comunicación: Debe haber una comunicación fluida con los empleados para comunicar si él o los despidos corresponden a cuál o cuáles motivos puntuales. Se debe comunicar la razón, ya sea por que el empleado no cumplió las metas, o cualquiera sean los motivos del porqué no terminó siendo del gusto de los empleadores. Incluso si se excusan “necesidades de la empresa”, lo ideal es comunicarlo a tiempo, y anunciar si el o los despidos se tratan de una restructuración masiva o focalizada, para así evitarlos rumores, el clima del miedo o cualquier otro factor externo que haga ruido entre el división de empleados y jefatura.
2. Responsabilidad social de la compañía: La empresa idealmente debería tener cierta preocupación o consideración con quien fue su empleado para el momento del despido. Esto va desde comunicárselo a tiempo y mostrarle transparencia en todo ámbito para que la persona esté preparada, hasta en casos asistirlo con el proceso de outplacement. Esto es ayudarlo con un reposicionamiento en la medida de lo posible para ubicarlo en un nuevo empleo, si es que el empleado fue de gran consideración para la empresa. Empleo que si bien puede no ser de la preferencia del trabajador, lo ayudará solventarse en el aspecto económico de manera temporal, hasta una próxima oportunidad en lo que pudiera ser un trabajo de su agrado.
3. Reputación: Es primordial que la compañía mantenga este aspecto, tanto puertas adentro como afuera. En el caso de desvinculaciones sanas, donde entran aquellos que se van porque cumplieron un ciclo por ejemplo, lo ideal es reconocer de algún modo al empleado. Ideal es que quienes se van no lo hagan hablando mal de la compañía sino todo lo contrario, y así evitar la creación de anticuerpos, que con el tiempo llaman a la acumulación de malos comentarios. Del mismo modo, en el caso de quienes fueron desvinculados por aspectos negativos como hurtos, abuso o acoso laboral u otros, la empresa debe cuidar su distancia con aquel empleado a quien le dio la confianza, especificando situaciones. De este modo para el día de mañana, evitar denuncias para la empresa, o apariciones no bienvenidas en los medios.
4. Evitar la fuga de buenos empleados: los despidos les llegan a todos, a “buenos y malos” empleados. Suele suceder que se producen despidos que se podrían considerar “injustos”, razón por la cual empleados elegidos para quedarse, deciden dar un pie al costado también del proyecto o se quedan con mala cara porque se les fue el amigo. Así podrían trabajar menos y ser menos productivos. Se debe cuidar de no generar este efecto inverso muy riesgoso. No generar resentimientos en el equipo afectar el ánimo, crear percepción negativa.
5. Definir rangos del contrato: como el despido sucede no solo en su mayoría por disminución del presupuesto, sino por búsqueda de mejores competencias, la empresa debe buscar nuevos agentes que sí cumplan con lo que busca en determinado proceso del trabajo. En esto debe procurar definir antes los rangos de sueldo a pagar y qué tan variable es respecto a metas logradas. El perfil del cargo y los objetivos que se requieren, así como la estrategia clara de desvinculación. En esto además chequear todos los certificados académicos o referencias laborales y buscar conocer lo mejor posible al postulante en su personalidad y preferencias de trabajo, para ver en qué área podría funcionar mejor y bajo qué circunstancias y ambientes.
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