A continuación, la profesora investigadora de Espol-Espae, Paola Ochoa, entrega las claves para que ésta sea una óptima instancia.
A pocas semanas de terminar el año, muchas empresas comienzan a cerrar su periodo anual de trabajo, con lo cual también llegan las celebraciones. Es un evento donde se expresa la cultura y el clima de la empresa.
Para Paola Ochoa, de Espol-Espae, el que los empleados estén dispuestos o no a participar tiene relación con que el liderazgo ejercido haya sido, entre otras cosas, inspirador. “Si la empresa ha ejercido una política estratégica de Talento Humano, un liderazgo inspirador y el compromiso y la motivación es parte de sus políticas, el personal tendrá una actitud de disposición a participar”, dice.
Tomando esto en consideración, la académica comparte algunas recomendaciones para tener presente:
1. Celebrar públicamente los logros que se alcanzaron en equipo en el año que se termina, vinculados a los objetivos de la corporación . Esto ayuda también a unir y reconocer a los equipos que durante todo el año ofrecen un alto compromiso laboral. Para Ochoa, es necesario premiar, porque se trata de “reconocimientos a las metas alcanzadas por la organización y sus equipos de trabajo, por lo cual su proyección y reconocimiento público es acertado es una organización saludable”.
2. No es instancia para resolver problemas: La fiesta de navidad no debe concebirse como una forma de resolver problemas que venga arrastrando la organización.
3. Código de vestimenta: Todo va a depender del nivel de estructuración y consolidación de cada cultura organizacional. Los diferentes departamentos encargados de las celebraciones cuentan con prácticas que incluyen estos detalles y en general remiten invitaciones y comunicaciones por varias vías. Si se incorporan en el programa de la celebración actividades como discursos de la presidencia, actuaciones especiales o intervenciones de grupos musicales, es necesario recordar los detalles de horarios y protocolo.
4. Reconocer a los empleados que cumplen años de antigüedad: Paola Ochoa dice que “esto es una forma de premiar su compromiso laboral y de proyectar el interés de la empresa en un plan de carrera para el empleado”.
5. Premiar a empleados o áreas: Es conveniente destacarlos por sus logros, su desempeño o la coordinación de proyectos estratégicos, lo que deben reconocerse públicamente .
6. Dar un discurso de Balance y perspectivas del año entrante: Ochoa dice que “es hacer un recuento del camino recorrido, las lecciones aprendidas y de cara al futuro presentar los retos de la empresa para el año venidero”.
Paola Ochoa también propone que se realicen otras actividades, además, de la fiesta de fin de año. Por ejemplo, organizar actividades sociales según las tradiciones de cada país para generar lazos entre el empleado y la organización . También es aconsejable promover actividades de responsabilidad social empresarial donde los propios empleados sean participantes voluntarios, lo que permite afianzar el vínculo empleado-comunidad-empresa.
Sobre cómo debe comportarse el empleado, la académica dice que “es un espacio privilegiado para conocer los planes de la compañía, que los directivos compartan con sus equipos de base, hacer networking con personalidades o invitados especiales que asistan, acercarse a aquellos compañeros que trabajan a distancia o profundizar los lazos de compañerismo con los propios colegas del trabajo”.