Si quieres saber cuáles son, presta atención para que no caigas en ellas.
Aunque ser empresario puede derivar en una experiencia gratificante, no es fácil sostener el crecimiento de la empresa y alcanzar una solidez que garantice estabilidad. En ello influyen la dificultad para conseguir financiamiento, la falta de un plan estratégico de ventas y otros factores de orden técnico.
Pero, aunque no lo parezca, también inciden las distracciones que no te permiten enfocarte en el éxito de tu negocio ¿Quieres saber cuáles son? Presta atención para que no caigas en ellas:
1. Los errores cometidos
Está bien, todas las personas somos susceptibles de cometer errores. Lo que no puedes hacer es enfrascarte en ellos por días e incluso meses. Aprende de la experiencia y continúa adelante, recordándoles sólo para no repetirlos. Recuerda que el pasado no se puede rehacer y nunca es saludable para una empresa que su líder desperdicie energía estando inmerso en fallas pasadas.
2. Las condiciones económicas y el mercado mundial
Muchos empresarios, especialmente cuando son emprendedores o novatos, prestan mucha atención a las noticias sobre el comportamiento de la economía, el mercado mundial, las políticas internacionales y otros temas sobre los que no tienen ninguna incidencia o control. Si bien es cierto que este aspecto no debes descuidarlo, tampoco te puedes enfocar sólo en él. Eso te generará miedos, te impedirá correr riesgos y evitará que actúes oportunamente.
3. Tu competencia
A la competencia hay que conocerla lo suficiente como para detectar puntos en los cuales marcar diferencias. Pero no te distraigas en monitorearla en todo momento. Si lo haces, caerás en un absurdo juego de comparaciones en el que nadie logrará destacar, pues cualquier resultado será una copia mejorada del otro.
Enfócate en crear tus propios proyectos, idear nuevas estrategias, productos y servicios que te permitan innovar realmente y entregar un valor agregado a los que ya comercializas.
4. El futuro
Proyectar el futuro es importante para dar pasos sobre seguro, especialmente si recién te has iniciado como empresario. Pero no es saludable que te mantengas pensando en él. Hacerlo te impide concentrarte en el presente y visualizar las oportunidades que tienes ahora mismo para elevar tu negocio a un segundo nivel.
5. Miedo al fracaso
Héctor Tassinari decía: “Los únicos que no fracasan son los que no intentan nada”. Sabia frase. No te distraigas pensando en las mil posibilidades que tienes de fracasar. Inicia un proyecto enfocándote en esa mínima posibilidad de sacarlo adelante y conseguir el éxito. Si no lo logras, no importa; ya tendrás otra oportunidad.
6. Tareas para las que no estás preparado
Tal vez es cierto que una pyme debe reducir al máximo sus gastos, pero tampoco puede ejecutar todos los procesos operativos de la empresa. Externaliza aquellas tareas para las que no estás preparado y que consumen tu tiempo y fuerza mental, como la contabilidad, el marketing digital, etc. Ya verás que, aunque hacerlo representa un gasto extra, puede resultar más rentable que dedicarte a ello tú mismo.
De alguna forma tendrás más tiempo y energía -física y mental- para dedicarte a potenciar tu negocio desde tus áreas de dominio.
Estas distracciones, que por lo general escapan al control del empresario, te impedirán llevar tu negocio a un siguiente nivel. Sobra decir que las redes sociales y el entretenimiento digital no deben hacer parte de tus horas laborales, a menos de que respondan a fines empresariales.
**Andrés Luco es socio fundador de Business Consulting**