El CEO de Billpocket asegura que primero debes invertir en ti, luego se debe convencer al entorno y finalmente, atraer a inversionistas privados.
Se estima que el 33% de los emprendedores mexicanos tienen entre 25 y 34 años, esto demuestra que la generación conocida como millennial está interesada en comenzar a emprender.
Sin embargo, 1 de cada 3 mexicanos que desea iniciar un negocio no deja de hacerlo por tener miedo al fracaso, sino por la falta de capital para iniciarlo.
“Hay diversas fuentes de financiamiento para tu negocio según la etapa en la que te encuentras pero el principio siempre es el mismo: “Primero invierte tú, luego convence a las 3 F’s (Family, Friends & Family) y luego trae inversionistas privados”, dijo Alejandro Guízar, CEO de Billpocket.
1. Hay instituciones de banca múltiple que ofrecen créditos para poder adquirir lo necesario para comenzar un negocio, y como tal el monto es definido con base en la capacidad de pago del solicitante, los plazos pueden ir desde 6 meses a 5 años aproximadamente.
2. Los microcréditos con tasas accesibles pueden solicitarse de manera individual o grupal; estos microcréditos son ofrecidos principalmente por las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM) o las Sociedades Financieras Populares (SOFIPO), y para obtenerlos éstas pueden solicitar un aval o garantías.
3. También es posible solicitar un crédito o apoyo a Nacional Financiera, que otorga financiamientos basados en las posibilidades y garantías de pago del cliente, además los concede con ayuda de los bancos, que fungen como intermediarios financieros.
4. La Secretaría de Economía es una institución que fomenta, guía y apoya a cualquier emprendedor, e incluso le ayuda a poder encontrar el crédito que mejor se adecúe a sus necesidades.
5. Otra opción, es levantar inversión privada. Esto suele darse a través de diferentes convocatorias en las que los emprendedores presentan sus ideas a inversionistas, en diversas rondas de “pitch”, exponiendo su proyecto y buscando encontrar socios que no solo contribuyen con capital, sino también con conocimientos y asesoría para crecer el negocio.
“La etapa de la empresa es el factor principal para decidir la fuente de financiamiento objetivo. Si el negocio genera flujo pero necesita capital para crecer, un crédito o deuda mezzanine son las opciones. Si el capital requerido tiene plazos de pago inciertos o muy a largo plazo, debes recurrir a capital semilla, emprendedor o de crecimiento para no tener compromisos de pago en el corto plazo.”, argumenta Guízar.
6. Sin embargo, también se puede iniciar un negocio con una inversión moderada, evaluando la viabilidad del proyecto o comenzando con el desarrollo del plan de negocio, la estrategia y los objetivos que se buscarán lograr; sin necesariamente invertir en un local, personal, oficinas, sueldos, etc.
Emprender es posible; y ya sea con un pequeño o gran negocio, es importante conocer y acercarse a las instituciones que promueven los diversos instrumentos de financiamiento y que brindan apoyo a todos los emprendedores mexicanos, así como a todos aquellos que buscan convertirse en uno.
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