De acuerdo al Estudio Randstad “Tendencias de Capital Humano”, 87% manifiesta algún tipo de trastorno después de volver a la oficina, siendo los principales ansiedad (19%), insomnio (16%), tristeza (11%) e irritabilidad (10%).
A pesar de que el fin último de las vacaciones es distraerse, desconectarse del trabajo y realizar actividades recreativas que durante el año no se pueden llevar a cabo por diferentes razones; según el estudio “Tendencias de Capital Humano” de la consultora multinacional de RR.HH. Randstad, 61% de los trabajadores sufre estrés post vacacional.
Las principales causas mencionadas por los participantes hacen referencia a que no logran desconectarse por completo de las obligaciones laborales durante su periodo de descanso, con 26%; a la angustia que genera volver a la rutina y la presión por cumplir los objetivos, con 25%, y a la preocupación que supone pensar en las responsabilidades que se han acumulado durante el tiempo de ausencia, con 21%; mientras que un porcentaje menor señala que esta sintomatología se presenta debido a que no hay buen clima al interior de su equipo de trabajo (14%), a que tiene roces con su jefe directo o con sus pares, con 11%; y el 3% restante indica otras razones.
Al respecto, Felipe Lagos, director de Randstad Professionals de Randstad, dice que si bien este tipo de estrés tiene que ver con un proceso bastante normal que se genera tras la época estival, el que implica retomar el cumplimiento de metas y enfrentar un nuevo año, sumado a la necesidad de readaptarse rápidamente al ritmo que demanda la oficina; no hay que pasar por alto que 31% de los encuestados considera que requeriría ayuda psicológica profesional para superar esta sintomatología.
“Y es que pensar en volver a los hábitos normales implica un sobreesfuerzo físico, intelectual y/o una tensión emocional para la mayoría de las personas. De hecho, de acuerdo a la investigación, 87% manifiesta algún tipo de trastorno después de volver a la oficina, siendo los principales ansiedad (19%), insomnio (16%), tristeza (11%) e irritabilidad (10%), lo que es natural si pensamos que 57% afirma contestar los mensajes de WhatsApp relacionados con el trabajo mientras está de vacaciones, ratificando el gran protagonismo que esta herramienta ha alcanzado en nuestra sociedad, no solamente como un medio de comunicación relacionado con el ocio y la recreación, sino que también como un instrumento de empleo”, reflexiona.
Tanto así que 87% de los participantes piensa que esta aplicación de mensajería se transformó en una plataforma más para gestionar asuntos del ámbito laboral, cifra que llega a 90% entre los jóvenes de 18 a 24 años. “Hemos llegado a un momento en que la tecnología nos recuerda constantemente que estamos a un solo clic de distancia de nuestros colegas, particularmente los nativos digitales que prácticamente no se despegan de sus dispositivos móviles y que no pueden vivir sin estar navegando en la red”, dice.
Además, la “gran penetración que ha alcanzado Internet en Chile, especialmente los smartphones, nos permite estar conectados prácticamente desde cualquier parte del mundo, por lo tanto, es cada vez más difícil dejar de lado los temas relacionados con la oficina. Así, hoy la mayoría de las personas tiene más de un correo electrónico asociado a su móvil y entre ellos el del trabajo, por lo que el límite entre lo personal y lo profesional es cada vez más delgado y si a esto sumamos redes sociales, vemos que cada vez es más complejo desintoxicarse digitalmente durante las vacaciones”, ejemplifica Lagos.
A pesar del contexto socio cultural por el que estamos atravesando, el directivo de la multinacional agrega que igualmente es posible que las organizaciones tomen medidas al respecto para mitigar este efecto. En primer lugar, para dar tranquilidad a los trabajadores, se recomienda tener protocolos corporativos para organizar la operación previamente, armando un plan de contingencia durante los días de ausencia en caso de cualquier incidencia, aparte de dejar responsables que tengan el conocimiento para dar soluciones. De esta forma, el equipo está preparado y capacitado para dar continuidad al negocio y la posibilidad de desconexión es mayor.
“Tener un programa de back up es clave para poder desconectarse, una responsabilidad que recae en los líderes, ya que son quienes deben trabajar para que los integrantes de su equipo se desarrollen, así el departamento sigue funcionando con normalidad, independientemente de quién esté de vacaciones y del cargo que éste ocupe. Es la única forma de que, cuando el trabajador vuelva, no lo espere un sinnúmero de tareas sin resolver”, recomienda.
Por otro lado, se pueden generar políticas más profundas, como la aplicada hace unos meses por una reconocida empresa en España, la cual acordó con su personal un protocolo de derecho a la desconexión digital. “A nivel gubernamental, también hay países que han hecho lo suyo, como hace algunos años Francia, en donde empleados y empleadores firmaron un acuerdo que estipula que los colaboradores están libres de recibir correos electrónicos o llamadas relacionados con su empleo después de las 18 hrs., por poner un ejemplo aplicable a la temporada estival”, dice Lagos.
Finalmente, el ejecutivo hace hincapié en que es importante que lo competitivo del mercado chileno no sea un impedimento para que los trabajadores sientan total tranquilidad de desconectarse durante las vacaciones y que las responsabilidades pasen a un segundo plano mientras descansan. “Esto les permitirá tener un retorno mucho más optimista, enfrentar de mejor forma las obligaciones que dejaron stand by e incluso proponer ideas innovadoras para alcanzar sus objetivos y tener un año laboral exitoso”, concluye.