Entre las medidas se encuentran: medir resultados en salud de forma estandarizada y hacer públicos los datos, mejorar la coordinación de la atención con el impulso de la salud digital y los sistemas de agregación de datos, promover la eficiencia, fortalecer la prevención, entre otros.
La Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia), a la que pertenece Farmaindustria, ha realizado una serie de recomendaciones para las autoridades sanitarias nacionales y europeas para hacer inversiones más eficientes que pueden mejorar los resultados en salud a largo plazo y, al mismo tiempo, transformar los sistemas sanitarios en "estructuras más flexibles y sostenibles que les permitan afrontar los desafíos del futuro".
El informe, bajo el título 'Fortalecer los sistemas sanitarios a través del gasto inteligente', recoge siete medidas de futuro: medir resultados en salud de forma estandarizada y hacer públicos los datos; mejorar la coordinación de la atención con el impulso de la salud digital y los sistemas de agregación de datos; promover la eficiencia; fortalecer la prevención, la detección precoz e intervención sanitaria y la educación en salud; incentivar modelos de pagos por resultados y no por volumen; integrar presupuestos en todo el ciclo de la atención sanitaria; y compartir buenas prácticas.
"Es fundamental que utilicemos los recursos de que disponemos de la forma más eficaz posible y consideremos los resultados a largo plazo del gasto sanitario. Porque debemos evitar absolutamente el enfoque de contención de costes adoptado tras la crisis financiera de 2008, que tuvo efectos muy perjudiciales para la salud y el bienestar social en Europa. Gastar de manera inteligente a menudo significa intervenir en el momento adecuado, antes de que una enfermedad provoque complicaciones graves para el paciente y el sistema", ha comentado la directora general de Efpia, Nathalie Moll.
En el caso de España, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, ha señalado que "la crisis ha mostrado las fortalezas de nuestro sistema sanitario y también las debilidades". "Hay consenso en la necesidad de incrementar la financiación, pero hay que ver esa mayor dotación presupuestaria como una inversión. Invertir en salud es invertir en economía y bienestar", ha apostillado.
España es una referencia en investigación clínica de medicamentos, pone como ejemplo, "y eso tiene que ver con la solidez del sistema sanitario y a la vez contribuye a mejorarlo, puesto que hace que nuestros profesionales sanitarios estén a la vanguardia científica, lo que aumenta la calidad asistencial". "Es un círculo virtuoso que debemos cuidar", ha concluido.
Ejemplos de políticas sanitarias eficientes
Entre los ejemplos de políticas sanitarias eficientes, el informe recoge, por ejemplo, que el programa de cribado del cáncer de colon del País Vasco ha significado una reducción del 26 por ciento en la tasa de mortalidad y un 16% la incidencia de este tumor entre la población, lo que se ha traducido en una reducción de los costes de tratamiento en 256 millones de euros y un ahorro neto de 93 millones de euros. Según un estudio de la británica Oficina de Economía de la Salud (OHE), si este programa se repitiera en toda Europa equivaldría a 331 mil años de vida saludable adicionales ganados por año y 9.900 millones de euros ahorrados.
Hacer uso de la telemonitorización domiciliaria para pacientes con EPOC (COPD Patient Management European Trial) en España, Francia, Alemania e Italia ha supuesto menos días de hospitalización, una reducción de las exacerbaciones y tasas de mortalidad y una mejoría de los síntomas del paciente.
Un informe encargado por Efpia encontró que, si se sumaran todos los Estados miembro y Reino Unido a este programa de telemonitorización y asumiendo una tasa de cumplimiento de los tratamientos del 75%, los ahorros para la UE oscilarían entre los 690 y los 2.100 millones de euros en base a un menor número de hospitalizaciones. E incluso se podrían evitar 17 mil muertes prematuras.
Otro ejemplo es el gasto en diabetes, que supone un 9 por ciento del total del gasto sanitario de la UE y se prevé que aumente hasta en un 12% en los próximos 25 años. Aproximadamente el 75 por ciento de los gastos tienen que ver con complicaciones prevenibles asociadas a la diabetes, como la retinopatía diabética, problemas cardiacos o insuficiencia renal.
Según la industria, el uso sistemático de medicamentos innovadores en todo el continente podría contribuir a reducir las tasas de mortalidad, mejorando significativamente los resultados generales de esta enfermedad, y, por lo tanto, disminuir los gastos futuros. Aun así, solo el 6,2% de la inversión en diabetes se destina a los tratamientos.