Planificar las tareas, delegar labores a compañeros de confianza y dejar el trabajo en la oficina, son algunas de las recomendaciones que hacen los expertos, para aprender a compaginar ambos estilos de vida.
Vivir en una sociedad cada vez más competitiva, en la que el trabajo absorbe la mayoría del tiempo disponible, hace que -muchas veces- se dejen de lado los espacios que debieran destinarse a la vida personal.
Tener una vida productiva no necesariamente es sinónimo de pasar largas horas en la oficina. Los altos índices de estrés y descontento de los trabajadores se deben, generalmente, a las extensas jornadas laborales y, por ende, a la incapacidad de conciliar ambos estilos de vida.
A continuación, diversos expertos entregan a AméricaEconomía.com, siete simples pasos que pueden ayudar a compaginar vida profesional y familar, sin necesidad de restarle importancia a ninguna de ellas:
1. Planifique sus actividades. Llegar al final del día pensando en que quedaron tareas pendientes es un claro signo de desorganización. Por ello, fijar un horario de inicio de tareas, ordenadas por prioridad, es lo primero que debe considerarse al momento de compatibilizar vida profesional y personal. Una buena alternativa es elaborar una lista de actividades a cumplir durante el día o la semana. “Si uno dedica tiempo a la planificación es muy probable que no haya luego errores, pero hay que ser capaz de llevar a cabo lo planificado”, dice Eugenia De la Torre, Diplomada Internacional en Responsabilidad Social Empresarial de la Organización de Naciones Unidas.
2. Delegue labores. Ser perfeccionista y sentirse indispensable, es un error constante que cometen los profesionales, aseguran los expertos. Por ello, la opción de delegar tareas a gente capacitada y de confianza, puede ayudar a optimizar los tiempos. “Si un trabajador posee un horizonte demasiado indeterminado en la ejecución de sus tareas, sin duda se le hará mucho más difícil”, sostiene Abel Gallardo, Máster en Psicología Industrial y Organizacional de la Fordham Jesuit University.
3. Fije un dead-line. Al igual que en el cierre de los periódicos, establecer un tiempo límite de trabajo, permite que se pueda terminar la jornada laboral sin extenderla más allá de lo estrictamente necesario. “Los mejores planes de gestión de tiempo te acompañan durante toda la vida, no sólo durante tus horas de trabajo”, explica la experta de Naciones Unidas. Fijar y cumplir con esos horarios permitirá disfrutar del tiempo para asuntos personales y además irá en beneficio de la propia organización. “Si los empleados de una empresa tienen tiempo para dedicar a su vida personal, esto beneficiará a corto, mediano y largo plazo a la compañía. Cuanto más contento está un empleado, mejor produce y mejor maneja sus relaciones interpersonales”, agrega De la Torre.
4. Atrévase a decir que no. No se debe permitir que los asuntos personales incumban en el trabajo y viceversa. Por lo tanto, será mejor ignorar o rechazar aquellas actividades que no estaban agendadas o que sólo harán perder tiempo. “En el trabajo es importante establecer una vía abierta de comunicacion para fijar reglas horarias”, asegura Alexandra Cordero, licenciada en sicología de la Universidad de Harvard.
5. Deje el trabajo en la oficina. Llevar los problemas de la oficina a la casa, no permitirá una desconexión total, aumentando la probabilidad de padecer estrés y de restar tiempo al descanso. “Dedicar mucho tiempo al trabajo puede generar estrés y una desviación motivacional”, asegura Abel Gallardo. La responsabilidad de conciliar los tiempos, sin embargo, recae tanto en el empleado como en las políticas laborales impuestas por la empresa. “Al organizar nuestro tiempo es necesario no cometer el error de clasificar la vida personal y el trabajo como dos entidades separadas”, enfatiza Cordero.
6. Dése un tiempo para un break. Un tiempo destinado a las actividades placenteras, al ocio y a la creatividad, nunca hará mal, siempre y cuando no se abandonen las tareas diarias. “La vida personal ayuda al equilibrio mental y emocional, es una herramienta que puede reducir considerablemente los niveles de estrés producidos por el trabajo”, explica la experta de Harvard. Gallardo coincide con la especialista al afirmar que “tanto la calidad de vida familiar como la social son necesarias para el desarrollo íntegro de las personas. Según el especialista, trabajo, familia, amistades y roles sociales, son imprescindibles para llevar una vida equilibrada.
7. Elimine los sentimientos de culpa. “Al conciliar el tiempo, no hay cabida para el estrés. El bienestar se logra con un equilibrio entre la vida profesional y la vida laboral”, dice Diego Cardona, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad del Norte de Colombia. Por ello, los sentimientos de culpa por tomarse un descanso, el nerviosismo por una presentación o la incertidumbre al verse sobrepasado, deben eliminarse desde un principio. De lo contrario, ninguna de las actividades que realice fuera del lugar de trabajo, lograrán el efecto deseado.
Ahora ya lo sabe. Con una pauta fijada y tiempos bien distribuidos es posible conciliar la vida laboral y personal. No olvide que un profesional que organiza sus tiempos y no le resta importacia a ninguna de las actividades extraprogramáticas que desea realizar, será mucho más eficiente en el trabajo y mucho más feliz en su vida cotidiana.