Estimular el sentido de pertenencia a la compañía y el proyecto es una de sus principales características.

Un liderazgo basado en la participación y dialogo de los distintos trabajadores es primordial a la hora de enfrentar una crisis o impulsar una estrategia en beneficio de una empresa. Es por eso que no centralizar las tareas, evitar las jerarquías y fomentar diversos canales de comunicación son fundamentales para un tipo de liderazgo como este.

Bajo este escenario EAE Business School y la Harvard Deusto Business Research (HDBR) publicaron un artículo con las principales virtudes de un líder democrático que te presentamos a continuación.

1. Escucha activa. El líder debe tener en cuenta las opiniones, comentarios y aportes de su grupo de trabajo.
2. Estimula el sentido de pertenencia a la compañía y el proyecto.
3. Delega tareas en los integrantes del grupo. Al hacerlo, no sólo les traspasa una serie de trabajos; también les delega su confianza en los buenos resultados.
4. No margina ni rechaza a nadie. Todos tienen la misma aceptación.
5. Toma en serio todo lo que está previsto desarrollar. No cambia de planes de manera arbitraria ni crea inestabilidad.
6. Enfrenta las dificultades que pueden surgir durante el proceso. No huye ni delega la responsabilidad en los otros.
7. Promueve los resultados conjuntos y no la competencia entre el grupo.