El concepto de resiliencia tiene cada día más relevancia en el ámbito del trabajo, dado que vivimos en un mundo en constante cambio.
¿Sabía usted que el término “resiliencia” proviene del mundo de la física y que se relaciona con la capacidad que posee un resorte para resistir la presión, doblarse y recuperar su forma inicial? Si bien el uso de esta palabra se ha ampliado en la última década, hoy por lo general se suele aplicar a la capacidad de un individuo para superar una situación adversa o de crecer hacia algo nuevo.
Así lo afirma Sebastián Uriarte, socio fundador del Grupo SDH- holding de empresas dedicado a la búsqueda y desarrollo de talentos- quien sostiene que el concepto de resiliencia tiene cada día más relevancia en el ámbito del trabajo, dado que vivimos en un mundo en constante cambio.
“Entonces frente a esta incertidumbre, las empresas requieren contar con profesionales que, entre otras características, se adapten rápidamente a los vaivenes del entorno, para enfrentar de mejor forma los nuevos escenarios y desafíos”, señala el experto.
Asimismo, y en un plano más personal, destaca que esta palabra juega un rol preponderante para un trabajador cuando, por ejemplo, ha quedado cesante o busca mejores perspectivas de desarrollo.
Revela que, si bien en Chile en los últimos años los índices de confianza empresarial se mantienen en niveles pesimistas, mientras el crecimiento económico sigue proyectándose a la baja, se observa una incipiente confianza de las personas en su desarrollo individual.
“Prueba de ello son las actuales cifras de emprendimiento en Chile, que nos han mantenido dentro de los países con mayor tasa de emprendimiento en el mundo (lista OCDE) y liderando a nivel regional el Ranking de Innovación Global”, acota.
Agrega que esto, sin duda, va consolidando un perfil de personas probablemente más optimistas y con más iniciativa que antes, y que claramente no han retrocedido ante la crisis. En este sentido, afirma que este tipo de “profesional resiliente” es consistente con la resiliencia que mostramos como país en las catástrofes naturales que nos toca enfrentar cada cierto tiempo.
Características de la residencia
Según este ejecutivo, junto con la capacidad de adaptarse, un profesional resiliente cuenta con rasgos como inteligencia emocional, sociabilidad, optimismo, empatía, iniciativa, intuición y sentido del humor, que son rasgos claves para superar la adversidad o lograr los objetivos que se buscan.
A continuación, el socio fundador del Grupo SDH detalla cada una de esas características:
1. Flexibilidad. Es relevante para adaptarse a los cambios y poder avanzar en el logro de los objetivos fijados.
2. Inteligencia emocional. Habilidad para conocer y manejar las emociones propias y comprender los sentimientos del resto.
3. Sociabilidad. Capacidad para establecer nuevos lazos con otras personas y estrechar vínculos en el tiempo.
4. Optimismo. Consiste en ver lo positivo de las cosas. Ver las oportunidades que una situación negativa puede ofrecernos y no las amenazas.
5. Intuición. Es decir, que el profesional sea capaz de conocer, entender o percibir algo, en forma clara e inmediata, sin el uso de la razón.
6. Empatía. Capacidad para ponerse en el lugar del otro. Implica una mayor sensibilidad frente a las demás personas.
7. Iniciativa. Implica tener motor propio, energía y decisión para que las cosas sucedan. Ser proactivo. Lo contrario es esperar a que ocurran los hechos de manera natural, espontánea y azarosa.
8. Sentido del humor. Significa poder reírse de uno mismo y de los defectos que se tienen.