El éxito o fracaso de un negocio depende de cuántos clientes y proveedores tiene, y cómo es su relación con ellos. Así que pone atención en los siguientes consejos.
Al momento de crear una empresa, lo cierto es que la mayoría de los emprendedores empiezan desde cero y tienen muchos sueños y expectativas. Por eso, es importante fijar metas claras y planificar qué hacer para lograrlas. En esto último, el diagnóstico del escenario actual y la planificación son esenciales.
“Antes de planificar, es tan o más importante el definir los objetivos o metas a dónde queremos llegar. Después de eso se puede comenzar a planificar el cómo podremos lograr lo propuesto. Una parte importante de la planificación es hacer un diagnóstico de la situación actual y de lo que se espera en un futuro. Con esta información se evalúa cómo nos vamos a coordinar para poder llegar a este futuro de la mejor forma posible. Para ello, se analizan varias factores: ¿qué se necesita?, ¿cuándo y cuánto se necesita?, ¿para qué lo necesitamos?, ¿por qué se necesita?, entre otras. Respondidas estas preguntas vienen otras más: ¿tenemos lo que necesitamos?, ¿podemos hacer lo que nos piden?, ¿cuánto se necesita para poder adquirir lo necesario?, entre otras”, explica Patrick Sepúlveda, académico de la Escuela de Administración y Gestión de la Universidad del Pacífico.
Según el académico, las empresas no son pequeñas islas, sino que deben comprenderse dentro de un gran escenario económico y, por lo mismo, la clave está en adaptarse a los cambios y tener una planificación que deje un espacio para las probables variaciones en el mercado.
“Teniendo claro qué se necesita y cuánto nos cuesta tenerlo, viene un tercer paso: organizar los recursos de manera eficiente para que se comiencen a producir las actividades o productos necesarios para cumplir el objetivo. Nunca se debe olvidar que las planificaciones se realizan en un momento dado, con una realidad específica, por lo que se debe ser lo suficientemente flexible para que se pueda afrontar un cambio en lo que se tenía pensado. Es importante que la planificación se adapte fácil y rápidamente a los cambios de escenarios que se generen en el medio ambiente”, explica el especialista.
Uno de los factores más determinantes para el éxito o fracaso de una empresa son las relaciones que se establecen con otros actores económicos, como los proveedores y los clientes, y las diferentes dinámicas que se dan en ese espacio.
“Lo ideal de las relaciones con clientes y proveedores es que sean lo más rápidas, expeditas y directas posibles, ya que eso es vital para crear un lazo que pueda evitar que ingresen nuevos competidores y que nuestros clientes cambien de proveedor sólo por un concepto de precio”, apunta el experto.
Por ello, Patrick Sepúlveda entrega ocho claves para entablar una sana y fructífera relación con la empresa y proveedores:
Desde el punto de vista de la empresa como proveedor:
1. Tratar de generar contratos de exclusividad con sus clientes.
2. Llevar una buena gestión de los pedidos de sus clientes, como por ejemplo, llamándolos unos días antes para recordarles que deben solicitar pedidos en unos días más.
3. Intentar no realizar cambios de precios o condiciones en el producto o en las entregas.
4. Responder consultas, correos o llamados telefónicos de clientes.
Desde el punto de vista de la empresa como consumidor:
1. Tratar de generar contratos flexibles con sus proveedores. Esto depende del tipo de producto, es decir, si son de tipo masivos o exclusivos de ventas por margen.
2. Pagar en las fechas acordadas con sus proveedores.
3. En caso de tener problemas de pagos u otros, siempre tratar de negociar una solución.
4. Responder consultas, correos o llamados telefónicos de proveedores.
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