Para Pablo Aversa, socio de la Alliance Coaching, el responsable por los resultados de un grupo de personas necesita saber algunas cosas importante sobre las personas.
¿Es usted el gerente de una compañía? ¿Vicepresidente de Operaciones?¿Director de Desarrollo? No importa. En el fondo, usted es un administrador de personas. Independiente de la industria, de la empresa o del mismo título del cargo, todos los gerentes son gestores de personas, toda gestión es una administración de personas.
"En el primer instante en que un profesional se convierte en gerente, deja atrás el papel del "contribuyente individual", donde era evaluado por su desempeño. Competente, asume una nueva función y, de una hora para otra, pasa a ser responsanle por mucho más de lo que imaginó algna vez producir por cuenta propia. En ese momento, su responsabilidad pasa a ser sobre todo la producción de su equipo", comenta Pablo Aversa, socio de la Alliance Coaching.
Para el especialista en carrera, el profesional que es responsable por los resultados de un grupo de personas necesita saber algunas cosas importante sobre las personas:
1. Las personas son individuos. Independiente de las generalizaciones, es importante recordar que no hay dos personas iguales. Tienen sueños individuales y preocupaciones individuales. Sus mentes funcionan de forma diferente. Escuchan y ven de manera diferente. Y, sobre todo, están motivadas por diferentes cosas.
2. Son imprevisibles. Se enojan. Se preocupan. A veces lloran o gritan, o se aíslan (y todavía hacen pucheros). No importa cuánto haya trabajado con personas, usted nunca estará del todo seguro cómo reaccionarán.
3. Son eogístas. Las personas cuidan de si mismas. Sabe que nadie, ni el mismo esposo o esposa, está tan preocupado de su bienestar que ellos mismos. Pueden hasta no saber cuál es la mejor forma de conquistarla, pero saben muy bien lo que creen es mejor para ellos y busca eso. Algunas personas son mejores que otras en este aspecto, pero puede tener la certeza: todas desean ese bienestar.
4. Son generosas. Si las personas son egoístas, ¿cómo entonces puede ser también generosa? Son generosos, porque incluso en el cuidado de los demás trabajan en colaboración para ayudar a otros a llegar allí. Ellos irán detrás de aquello, pero tan pronto lo obtengan, se encargarán del resto.
5. Son volubles. Lo que funciona en la semana pasada, o incluso ayer, puede no funcionar hoy. La recompensa o el desafío que motivó a alguien anteriormente puede no funcionar, simplemente porque algo cambió en su universo.
6. Tienen miedo. Algunas personas son más temerosos que otras. Otros esconden esto mejor. Pero todo el mundo tiene miedo de algo. Sea el miedo a perder su trabajo, de hacer el ridículo delante de los demás o de no alcanzar la meta por primera vez en diez años, no importa: todos tenemos temores. Y hasta que usted lidie con los miedos de ellos, la gente seguirá centrándose en lo que les preocupa, en lugar de lo que usted quiere hacer.
7. Es divertida. La suma de las individualidades es lo que termina causando que la gente sea interesante. Y más: esto es lo que hace que las personas sean divertidas. Como gerente de gente, usted nunca tendrá un día aburrido. Algunos días son mejores que otros. Unos días va a querer gritar. Pero, con certeza, ninguno de sus días será aburrido. Ahora, si usted no le gusta la gente, no se envuelva en la administración, porque eso acabará absorbiendo todo el placer que, de alguna manera, su día le podría desproporcionar.
8. Quiere ser liderada. Como administrador de gente, usted debe ir más allá de ser un líder de personas. Si usted no lidera a las personas, alguien lo hará. Puede ser otro funcionario del departamento (finalmente, liderazgo y habilidad, no son atributos que vienen con el cargo) o puede ser un gerente de otra área. El punto es que, con cereza, las personas seguirán a alguien y alguien será el líder de éstas. "Siempre necesito recodar a mis clientes que las personas no pueden ser empujadas muy lejos por mucho tiempo, pero ciertamente pueden ser conducidas por un largo camino", afirma Aversa. Para él, el trabajo del líder consiste en mantenerse al frente, compartiendo una clara visión y conduciendo su equipo a lo largo de la jornada.
En resúmen, para ser un gerente, el profesional debe ser un administrador de personas. Cada una de ellas es única, de la misma forma que el ejecutivo que ocupa la gerencia también lo es. Por lo tanto, es necesario encontrar lo que motiva a cada uno de los funcionarios y lo que los desalienta; utilizar la singularidad de ellos para armonizar las habilidades disponibles y montar un equipo fuera de serie. Más que eso, es importante para posicionarse al frente y liderar, es decir, ser un administrador de gente.