Aunque los emprendedores en general esperan la cohesión de su equipo no siempre saben cómo lograrlo.

Hay que aclarar que emprender en un negocio no es fácil, existen múltiples desafíos. Uno de estos es la gestión del personal, porque como tanto se ha mencionado ser jefe no es lo mismo que líder. 

En un artículo de Entrepreneur.com, la psicóloga y escritora Sherrie Campbell, afirma que aunque los emprendedores en general esperan la cohesión de su equipo no siempre saben cómo lograrlo. Según ella, se necesita de apoyo emocional. A continuación, la psicóloga enumera ocho tipos de líderes que sabotean emocionalmente a sus equipo y a su propio éxito. Usted no lo haga. 

1. Ignora o minimiza el clima emocional el equipo. Si se burla, humilla o ignora las emociones del equipo, hará que ellos no se sientan escuchados y comprendidos, por lo que tampoco estarán dispuestos a trabajar duro por usted. 

2. Normas inconsistentes. Es conveniente aclara al equipo las expectativas y directrices, de forma que ellos puedan responder adecuadamente a los desafíos o tareas. Cuando el equipo adivina sobre sus responsabilidades y están confundidos, pueden cometer muchos errores, lo que generará baja autoestima y comportamientos problemáticos. 

3. Hacer del equipo sus amigos. Ser amigos quita el límite de la autoridad necesaria para dirigir.

4. Crear barreras entre el equipo. Hablar mal de algunos miembros con otros del equipo sólo generará un pésimo ambiente laboral, porque el equipo se dividirá. Un equipo no puede funcionar bien si no son tratados todos como iguales. Tener a empleados como favoritos, genera anarquía como una manera de equilibrar los poderes fáctivos. Estas acciones pueden provocar envidia, que es una emoción más violenta, que puede llevar a la destrucción del equipo.

5. Sancionar la independencia y creatividad. No castigue que su equipo salga de su zona de confort, porque esto los hará sentirse culpables, lo que frenará la innovación y posibilidades de un mayor crecimiento. Lo ideal es escuchar a cada uno del equipo, porque no se sabe de dónde pueda surgir una buena idea. 

6. Tratar a los empleados como una extensión de usted. Cuando los jefes vinculan su propia imagen y autoestima en su equipo, se crea un mal ambiente, porque los empleados se siente utilizados. Tenga autoridad sobre su equipo pero deje que brillen. 

7. Microgestionar al equipo. Esto sucede cuando no existe confianza de parte del jefe, lo que hace que el liderazgo sea autoritario y controlador. Acá interfiere en cada acción del equipo, lo que mata el crecimiento y la capacidad de madurar. 

8. Excesiva proteccción. Que el jefe se ocupe de las tareas de sus empleados para evitar errores, puede ser perjudicial a largo plazo. Se fomenta la pereza y el narcisimo, donde el equipo empezará a contar con el jefe para que haga el trabajo. Y esto es una receta para el desastre. 

Foto I Pixabay