Un elemento indispensable es el agente de cambio, que puede ser el mismo director general o alguien distinto, pero con el poder para hacer cambios en la compañía.
Eleconomista.mx. El entorno actual obliga a las empresas a innovar o correr el riesgo de quedar desfasadas, perder competitividad y empleos. No es fácil, en México, apenas 5% de las organizaciones invierten en investigación y desarrollo, y las que aún no lo hacen requieren de un análisis interno que detecte las fortalezas y debilidades que permitan iniciar esta labor de forma sistemática.
Jesús Arturo Orozco, director del Programa de Innovación de Alta Dirección del IPADE, explica que la innovación dentro de las empresas demanda ante todo un “enorme” compromiso por parte de los principales directivos de la empresa, de hecho destaca que “la innovación debe formar parte del plan estratégico de la compañía”.
Un elemento indispensable de la innovación es el agente de cambio o intrapreneur, que puede ser el mismo director general o alguien distinto, pero con el poder suficiente para hacer cambios en la compañía.
“Debe ser alguien de adentro, que conozca bien la empresa, porque al innovar lo que estás haciendo en realidad es resolver una serie de preguntas ¿qué problema tienes?, ¿qué problema quieres resolver? Y qué mejor que lo haga alguien que conoce bien el mercado, la industria y la empresa, por eso debe venir de dentro de ella. Es gente con mucha iniciativa, empoderamiento, son los emprendedores dentro de la empresa”.
Otros factores a considerar son los cambios en la cultura organizacional y en la mentalidad de los empleados, incluso para crear un área de innovación que coordine todos los esfuerzos de la empresa hacia ese fin.
Recuerda que hay dos tipos de innovación: la incremental y la disruptiva. La primera es la mejora continua a través de pequeños cambios en los procesos de productos o servicios. La segunda es crear un producto por completo distinto, que conlleve un cambio total del proceso de producción.
Para llegar a ambas formas se requiere hacer un diagnóstico de la empresa con una serie de preguntas, tales como si tu producto o servicio crea valor para clientes, empleados o accionistas o si en la estrategia de la empresa queda claro cómo crear ese valor.
“La innovación es un tema de largo plazo; aun así, creemos que se pueden hacer cosas. Hemos detectado -al cabo de un año- que sí hay un pequeño avance y está enfocado a poner los cimientos para la innovación”.
El estado de la innovación
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) indica que sólo 5% de las empresas en México invierte en investigación y desarrollo. El país destina 0.54% de su Producto Interno Bruto (PIB) a ese rubro, lo que lo ubica en los últimos lugares de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), y en el sitio 66 del ranking mundial de Innovación, de la WIPO (Organización Mundial de Propiedad Intelectual), que analiza a 143 países.
Entre las razones por las cuales las empresas no innovan o se frustran al hacerlo es porque esperan rentabilizar los resultados de esa inversión en el corto plazo, explica el académico del IPADE.
“La innovación se mueve en otro sentido, es de largo plazo. Es probar, experimentar cosas, hay esfuerzos en muchas empresas, pero son aislados y terminan ahogándose pronto porque los resultados no se rentabilizan en el corto plazo”, expone.
Las startups –emprendimientos de alto impacto- son iniciativas innovadoras en varios frentes, pero apenas 1 de cada 10 logra sobrevivir. Las empresas consolidadas que sí innovan lo hacen básicamente por crecer, explica.
El IPADE desarrolló un programa que ayuda a las empresas a innovar. Recientemente concluyó el trabajo con 50 empresas de Jalisco en las que se hizo un diagnóstico para conocer su situación interna, a fin de realizar cambios que los lleve en otra dirección.
“Muchas de estas empresas han comenzado a hacer esfuerzos al interior de la organización. Han entendido que si quieren innovar no pueden hacerlo de la misma manera, necesitan una estructura distinta, a lo mejor una dirección para la innovación… un área que comience a ligarlos, a coordinarlos. La creación de esta figura da coherencia a los esfuerzos”, considera Jesús Arturo Orozco.
El 11 de agosto, la institución iniciará en la ciudad de México la segunda edición de su programa de innovación con un grupo de 50 agentes de cambio o intrapreneurs con las que se trabajará la creación del portafolio de proyectos, informó por último el directivo.
¿Eres una empresa innovadora? Descúbrelo respondiendo estas preguntas.
1. ¿Tu producto o servicio crea valor para los clientes, empleados o accionistas?
2. ¿En la estrategia de la empresa queda claro cómo crear ese valor?
3. ¿Tienes un portafolio de proyectos?
4. ¿Tienes identificado tus procesos críticos?
5. ¿Qué competencias y habilidades requieren tus directivos?
6. ¿Eres una empresa abierta?
7. ¿Eres una empresa que tolera el fracaso?
8. ¿Con qué recursos humanos cuentas para innovar?
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