El ejercicio efectivo del liderazgo se ve reflejado en las oportunidades de crecimiento y desarrollo que se proporciona a los empleados.
El liderazgo se ha convertido con el tiempo en una herramienta fundamental a la hora de alcanzar el éxito de un equipo de trabajo que por consecuencia atrae buenos resultados para una compañía.
Bajo este escenario, la Harvard Deusto Business Research (HDBR) y EAE Business School publicaron un artículo con los tips para formar e incentivar el liderazgo al interior de una organización.
Posicionamiento y visión del negocio: los futuros líderes deben tener una idea clara y atractiva del negocio, además ha de estar vigente y ha de funcionar entre los consumidores. De esta manera podrán mantener el posicionamiento adecuado de la organización.
Planear el futuro: reflejarán su habilidad de liderazgo al monitorear y adelantarse a la competencia. Han de estar pendientes de cualquier cambio en la tendencia de las necesidades, deseos o hábitos de clientes actuales y potenciales. De esta manera, podrán planear los ajustes convenientes, manteniendo vigente la idea central del negocio.
Desarrollo del personal: el ejercicio efectivo del liderazgo se ve reflejado en las oportunidades de crecimiento y desarrollo que se proporciona a los empleados. Combinando el perfil profesional con el talento de cada individuo que forma parte del equipo, se facilitará su crecimiento.
Administración de la información: contar con un buen equipo es esencial, sin embargo, el líder tendrá que fomentar el libre flujo de datos e información, alentando la aportación de ideas.
Establecimiento de metas y objetivos: el líder ha de marcar objetivos realistas y alcanzables, así como identificar tendencias, y actuar en consecuencia.
Fijar prioridades: es muy frecuente que las empresas pequeñas y medianas, en proceso de crecimiento, se vean invadidas por tareas y actividades de corto plazo, sin que se preocupen u ocupen de atender lo estratégico. Tu liderazgo permitirá filtrar la carga de trabajo operativa en exceso, para que tu equipo se mantenga enfocado y operando en las prioridades de primer, segundo y tercer orden que hayas identificado.Negociar y manejar conflictos: Un buen liderazgo implicará definir una ruta para comprender y resolver las preocupaciones, consensuarlas y tratar asertivamente intereses de grupos o áreas distintas. Adaptarte facilitará lograr mayor efectividad en el ejercicio de los estilos de liderazgo que sean necesarios.
Motivación: la gran habilidad de tu liderazgo facilitará que la gente en tu empresa comparta a lo larga del tiempo los valores, objetivos e idea central del negocio. Esto contribuirá a que tengan encendida esa llama interior que les motivará a caminar la milla adicional que tanto requieres para exceder las expectativas de tus clientes.
Retroalimentación: Asegúrate de ser un líder que corrige percepciones incorrectas, y que promueve acciones correctivas oportunas. La clave de lo anterior es mantenerte con una mentalidad abierta que te permita ser receptivo respecto de lo que sucede en el entorno, en el interior de tu negocio y en los pensamientos, habilidades y pensamientos de tu personal.