En una empresa, todos los empleados, desde altos directivos hasta trabajadores de cualquier área, deben saber cuáles son los objetivos, metas y valores de la empresa.
Saber gestionar un equipo de trabajo es fundamental para el desarrollo de una empresa. Es por eso que se recomienda cuidar el entorno de trabajo, conocer las fortalezas y debilidades de los empleados, además de dar a conocer los objetivos, metas y valores.
Bajo este escenario, EAE Business School y Harvard Deusto, publicaron un artículo en su blog Retos Directivos, con algunos consejos para saber gestionar equipos de trabajo. A continuación un extracto.
1. El fin y los medios
En una empresa, todos los empleados, desde altos directivos hasta trabajadores de cualquier área, deben saber cuáles son los objetivos, metas y valores de la empresa, y conocer los métodos y procesos que se han de llevar a cabo para alcanzar dichos objetivos.
2. El entorno de trabajo
Cuando un entorno de trabajo está bien iluminado, limpio, ordenado y además ofrece al trabajador todas las herramientas y la tecnología que necesita, se puede decir que se está dando el primer paso para una gestión eficiente del equipo de trabajo.
3. El tiempo
Es cierto que cada trabajador tiene su propia responsabilidad respecto al uso que hace de su tiempo, pero en otras ocasiones también es responsabilidad de los directivos. Hay que evitar todas las reuniones improductivas, las ponencias sin objetivo claro, los experimentos extraños que no llevan a ningún lado, solo a perder tiempo.
4. Conocer fortalezas y debilidades
Se percibe a un equipo de trabajo de forma global pero, en realidad, para que ese grupo funcione es necesario saber cómo son cada uno de los trabajadores que lo forman, cuáles son sus puntos fuertes y débiles y cómo se pueden aprovechar sus virtudes por el bien de la empresa.
5. Motivar al grupo
Es necesario saber motivar a un equipo, tanto de forma general, como a cada una de las piezas que lo componen. Propón nuevos retos, ofrece premios, fomenta su participación en las decisiones de la empresa, etc.
6. Orienta el talento
Hay un hecho indiscutible: las personas con talento, en cualquier ámbito, no son fáciles de gestionar. Son líderes natos, creativos, rebeldes… diferentes. Y así debe ser. Lo importante, en este caso, es detectar dónde está el talento en el grupo y saber orientarlo hacia el objetivo grupal, es decir, evitar que ese talento se disperse o no se aplique por el bien de la empresa.
7. Confianza en el equipo
Los jefes demasiado autoritarios no son percibidos positivamente por el equipo, inspiran temor o antipatía, pero nunca respeto y, por tanto, no podrán sacar lo mejor de su equipo. Hay que mostrar confianza en el equipo, saber escucharles y delegar cuando sea preciso.
8. Feedback
Una de las mejores formas de demostrar esta confianza y de estrechar la relación con el grupo es mostrarse cercano y ofrecer un feedback adecuado. Además, la comunicación con el equipo permite poner en común los conocimientos y tareas de cada trabajador, y evitar fallos en la operativa por culpa de malentendidos o procesos mal definidos.
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