Después de revisar un cúmulo de ideas enviadas con el hashtag “ifihadglass” (si tuviera los lentes), Google comenzó a notificar a los ganadores.
Para envidia de los aficionados a la tencología, Google eligió a 8.000 personas que tendrán la oportunidad de usar sus Google Glass, para luego hacer una declaración de moda.
El grupo seleccionado por la compañía ganó un concurso realizado en febrero donde les pidieron decir en 50 palabras a través de Twitter o Google Plus cómo utilizarían la tecnología que es considerada el siguiente paso en la informática móvil. La convocatoria se limitó a los habitantes de Estados Unidos.
Después de revisar un cúmulo de ideas enviadas con el hashtag “ifihadglass” (“si tuviera los lentes”), Google comenzó a notificar a los ganadores.
El precio del privilegio
Mantenerse en esta competencia parece no ser una gran victoria si uno no es fan de la tecnología. Los ganadores tendrán que pagar US$1.500 cada uno por un prototipo de los Google Glass. También tendrán que viajar a Nueva York, Los Ángeles o San Francisco para recoger los lentes, que llegarán al mercado masivo a finales de este año o comienzos del próximo.
Pero tener la oportunidad para ser de los primeros en utilizar los Google Glass es visto por muchos como un privilegio sagrado en la escena tecnológica. Algunos participantes incluso lo compararon con ganarse uno de los cinco boletos dorados que regalarían dulces de por vida a un niño y una visita a la fábrica de chocolates de Willy Wonka, en la popular película basada en el libro de Roald Dahl.
Tecnología para vestir
La emoción parte de la creencia de que los Google Glass son la punta de lanza de una nueva ola tecnológica conocida como “informática que puede vestirse”. Google, Apple y varias empresas más también están trabajando en relojes pulsera que se conectan a internet, según reportes anónimos de personas enteradas de los proyectos.
Se supone que los Google Glass hacen las mismas tareas que los teléfonos multiusos, solo que también responden a los comandos de voz en lugar de a dedos tocando una pantalla. Los lentes están equipados con una cámara oculta y una diminuta pantalla colocada en el armazón sobre el ojo derecho.