Por Thierry Guihard, director general de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos.
Las cifras entregadas por la OCDE en lo que respecta a sobrepeso y obesidad en la población son determinantes para Chile, ubicándonos en la quinta posición a nivel mundial, después de Estados Unidos y México. Un 67% de los adultos chilenos presenta algún grado de exceso de peso y en los niños la situación bordea el 41%. En ambos segmentos hay bastantes estudios sobre los factores que inciden en esta problemática, y también, hemos visto la menara en que el sector público se ha hecho parte de esta problemática con diversas iniciativas. Pero, alguien se pregunta ¿cuál es la realidad de los jóvenes de nuestro país?
Para Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos los estudiantes universitarios son el segmento clave para la promoción de hábitos saludables y para impulsar la prevención de enfermedades asociadas a la obesidad en las futuras generaciones, puesto que su rango de edad, entre 17 y 29 años aún les permite hacer cambios en su estilo de vida. Por lo mismo, quisimos conocer su realidad y realizamos el primer Índice de Calidad Global de la Alimentación, en el cual participaron más de 9 mil jóvenes, y que arrojó que sólo un 9,2% de este segmento lleva una rutina de alimentación saludable.
Lamentablemente, los resultados demostraron que este grupo etario es muy vulnerable a una mala nutrición, ya que son jóvenes que no toman desayuno, no consumen colaciones entre las comidas, ayunan por largas horas, tienen un bajo consumo de frutas y verduras, prefieren la comida rápida y además no realizan ejercicios físicos. Considerando lo anterior, el estudio reveló que un 55,3% de los encuestados necesita cambios y un 35,5% mantiene una alimentación poco saludable.
Si analizamos estos números, está claro que existe la necesidad urgente de educar a la población universitaria en cuanto a los beneficios de llevar hábitos alimentarios saludables, como también promocionar la realización de actividad física constantemente. En este último punto la clave es diseñar programas que se adecúen a los intereses de los jóvenes y motivarlos con iniciativas dinámicas que les permitan compartir con sus pares. A modo de ejemplo, este año materializamos en distintas universidades del país actividades gratuitas para los estudiantes como campeonatos de tenis de mesa o corridas, donde hemos tenido una exitosa convocatoria. ¿Cuál fue el secreto? Compromiso, motivación y concientizar a los jóvenes en temas que impactan directamente su bienestar y calidad de vida.