El “Loco” firmó con el Puerto Montt de Chile y llegó a los 25 clubes en su carrera.
El Observador | El editor del diario El Serrano le encomendó al periodista cubrir la final de básquetbol del departamento y hacerle una nota a la figura del partido. A la noche, con el pánico de entregar la hoja en blanco, el periodista comenzó a redactar preguntas y respuestas con el jugador que se había robado los aplausos. Sin embargo nunca reparó en un detalle: entrevistado y entrevistador eran la misma persona.
"Había anotado 58 puntos y me encontré a las 11 de la noche en mi casa con la nota por escribir. Entonces me puse como la figura del partido y me contestaba las preguntas yo mismo. El error es que le puse mi firma a la nota, entonces el nombre del periodista y del jugador se repetía", dice el cronista-alero de aquella noche a Referí.
El protagonista no es otro que Sebastián Abreu, quien se presta a la charla con Referí minutos después de su salida de la embajada de Chile, donde firmó el contrato que lo unirá a Deportes Puerto Montt, su club número 25 en una carrera de 23 años que lo llevó por 12 países diferentes.
"No fuerzo el tema de seguir jugando por un récord, eso es mentira, porque seguramente luego de esta experiencia en Chile vuelva a Santa Tecla. Si me motivara romper un récord buscaría un nuevo club y no uno donde ya estuve", dice Abreu.
Con Puerto Montt en su currículum, Abreu iguala la marca de Lutz Pfannenstiel que jugó en 25 clubes de Alemania, Malasia, Inglaterra, Sudáfrica, Singapur, Finlandia, Nueva Zelanda, Noruega, Canadá, Albania, Armenia, Brasil y Namibia, con la diferencia de que el alemán ya está retirado.
"Uru, uru, ¿la cambiamos?", fue lo único que logró escuchar en La Bombonera tras el final de un primer tiempo entre San Lorenzo y Boca Juniors de 1997. El que venía algunos metros atrás con la camiseta de Boca en la mano no era otro que Diego Maradona. "Diego tiene la capacidad de conocer a todos los jugadores. Desde los que están en una selección hasta los de una liga regional. Es una cosa impresionante. Me dijo que había visto goles míos en Defensor Sporting y para mí eso fue tremendo. Esa camiseta está colgada en Minas", agrega orgulloso.
El fútbol lo llevó a gritar goles en todos lados menos en Israel, donde la nostalgia le jugó una mala pasada: "De Israel me vine porque extrañaba mucho. La gente se portó de novela conmigo, fueron muy amables siempre, pero yo estaba solo, mi mujer se había quedado porque estaba embarazada y me vine. Como familia tomamos todos los desafíos como algo bueno, tenemos la bendición de experimentar otras culturas, de conocer el mundo y de disfrutar estar vigente a los 41 años".
En Argentina, México y Brasil se cansó de hacer goles: "En San Lorenzo y River Plate pude salir campeón y de Rosario Central tengo un recuerdo maravilloso. Lo mismo en Brasil, en Gremio con Ronaldinho y lo de Botafogo que fue único. Ganamos cuatro títulos".
En Botafogo fue líder, goleador y se transformó en símbolo al ser el primer extranjero capitán y lograr algo impensado con la camiseta: "El número 13 lo habían retirado en honor a Mario Zagallo. Cuando yo estuve sacaron la camiseta del museo y me la dieron. Me cedió el número con toda la rivalidad Brasil-Uruguay y esos gestos no se olvidan".
En México vistió siete camisetas y compartió plantel con Pep Guardiola en Dorados. Incluso el mítico entrenador catalán se dio el gusto de comer un asado en Minas, invitado por el uruguayo: "Con Pep jugamos el primer partido internacional en el Estadio Juan Antonio Lavalleja contra Nacional. Y también comimos un asado. Pep es un tipo de mundo, nada le genera sorpresa".
Con la 13 como imán, en El Salvador se encontró con un inconveniente. El 13 y el 18 identifican a las maras (pandillas violentas) y tuvo que elegir un nuevo dorsal: "Me dijeron que si usaba la 13 podía haber gente de otras pandillas que se sintieran ofendidos, entonces tomando en cuenta el esfuerzo del club acepté a cambiar el número. Me puse la 22 porque era el número de clubes que había defendido hasta ese momento".
Luego de ser campeón en El Salvador recaló en Bangú donde pudo anotar el gol 400 de una carrera que tuvo asistidores de lujo: "Enzo Francescoli, Ruben Sosa, Luis Suárez, Diego Forlán o Edinson Cavani en la selección, Pep Guardiola y Ángel Morales en México, Álvaro Recoba en Nacional, Falcao y Alexis Sánchez en River Plate, Ronaldinho en Gremio, la lista de fenómenos es muy larga, me voy a olvidar de muchos".
Con un solo examen pendiente para recibirse de entrenador y una carrera cinematográfica, Abreu no se pone plazos: "Me encantaría retirarme jugando donde sea. Desde 2012 me dicen que no puedo jugar más y sigo al firme. Me gusta predicar con el ejemplo, entrenar, jugar y rendir en los equipos. El fútbol no mira la cédula, mira el rendimiento y yo no tengo ninguna cuenta pendiente".