"Latinoamérica no tiene dinero por sí sola, necesita apoyo externo, y ahora China también tiene mucho interés por el continente", dijo el experto.
"Los países latinoamericanos deberían interesarse por la Iniciativa de la Franja y la Ruta", indicó el académico peruano Carlos Aquino, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
A su juicio, América Latina es una región dividida donde faltan carreteras y aeropuertos, cuando la iniciativa china busca precisamente, entre otras cosas, construir infraestructuras que faciliten la movilidad.
"Latinoamérica es un continente desintegrado que necesita infraestructura, por lo que sería bueno que se extendiese hacia la región la Iniciativa de la Franja y la Ruta", señaló.
Tomando como ejemplo su país, el especialista en economía y política asiática anotó que la mayoría de las infraestructuras, como la gran carretera panamericana que comunica el norte con el sur, se concentran en la costa, pero existen muy pocas vías de comunicación de la costa a la selva y a la sierra.
Según un informe publicado en 2014 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, para cerrar la brecha existente entre la oferta y demanda de infraestructuras, los países de la región deberían invertir el 6,2 por ciento anual de su Producto Interno Bruto (PIB) entre 2012 y 2020.
Sin embargo, la inversión en este sector durante el último decenio en la región registró un promedio del 2,7 por ciento del PIB.
"Latinoamérica no tiene dinero por sí sola, necesita apoyo externo para construir infraestructuras, y ahora China también tiene mucho interés por Latinoamérica", dijo el experto, para quien la cooperación en este ámbito sería beneficiosa para ambas partes.
Aquino recordó que las relaciones comerciales entre China y Latinoamérica fueron muy activas desde el siglo XVI y durante 250 años a través de los galeones llamados Nao de China.
"La ruta marítima que atravesaba todo el Pacífico debería reactivarse. Latinoamérica necesita integrarse físicamente, y lo está haciendo, con China y con Asia", señaló el experto, en alusión a la membresía de Perú en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), junto con otros cuatro países latinoamericanos: Brasil, Venezuela, Chile y Bolivia.
A su juicio, América Latina se ha beneficiado bastante hasta ahora de China, pero no todo lo que podría.
"Creo que, de todo lo que China puede ofrecer, estamos aprovechando probablemente solo el 10 o el 20%", señaló y, al respecto, confió en que se produzca una mayor diversificación en las exportaciones de Latinoamérica al país asiático y en las inversiones chinas a la región.
Para desarrollar esta ruta, Aquino consideró fundamental que haya "una voluntad de cooperación entre los Gobiernos interesados" como punto de partida.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta se centra en cinco pilares, que son la coordinación de políticas, la conexión de infraestructuras e instalaciones, la eliminación de trabas al comercio, la integración financiera y el estrechamiento de los lazos entre pueblos.
Según el experto, con la coordinación de políticas entre China y los países latinoamericanos, será posible acelerar el desarrollo de más y mejores obras de infraestructura en la región, facilitando así el comercio y los viajes, un elemento fundamental para mejorar el entendimiento entre los ciudadanos.
Comentó que, para ello, las naciones latinoamericanas deberían mejorar la eficiencia simplificando los trámites, que ahora son muy complicados. "Si los países latinoamericanos quieren realmente recibir inversiones extranjeras, tienen que hacer que el Gobierno y los funcionarios trabajen de forma más eficiente, y que los diferentes niveles de gobierno se coordinen mejor", indicó Aquino.
Aquinó recalcó que la región Americana debe aprovechar bien de la iniciativa promovida por China para conocer mejor al país asiático y que éste la conozca mejor.