Según la American Stroke Association, las tasas de hospitalización para los menores de 65 años aumentaron, con un aumento especialmente fuerte entre 25 y 44 años.
"Estoy acostumbrado a oír que la gente de los sesenta años tiene apoplejías".
Es por eso que Lucy Alana Gnazzo se sorprendió al saber que ella -a los 26 años- había sufrido un derrame cerebral masivo.
Lucy Alana tuvo un derrame cerebeloso, causado por un vaso sanguíneo bloqueado en la parte inferior de la espalda de su cerebro. Ella está entre un número creciente de jóvenes que experimentan un accidente cerebrovascular isquémico, el tipo causado por un bloqueo.
Según la American Stroke Association, el número de personas de 65 años o más que fueron tratados por accidente cerebrovascular isquémico disminuyó entre 2000 y 2010. Sin embargo, las tasas de hospitalización para los menores de 65 años aumentaron, con un aumento especialmente fuerte entre 25 y 44 años.
El doctor Ray Reichwein, un neurólogo que estaba en el equipo médico de Lucy Alana en el Centro Médico Milton S. Hershey de Penn State Health, dijo que es probable que varios factores contribuyan a la tendencia.
"Muchas personas están desarrollando los factores de riesgo estándar en la vida temprana, como la presión arterial alta, la diabetes y el colesterol alto", dijo Reichwein. Ella apunta a las dietas pobres, más estrés relacionado con el trabajo y un estilo de vida más sedentario entre los jóvenes. Fumar y el consumo excesivo de alcohol también puede aumentar el riesgo.
Reichwein dijo que las personas que experimentan migraña con aura o usan antiinflamatorios no esteroideos y otros medicamentos antiinflamatorios excesivamente, así como las mujeres que usan píldoras anticonceptivas o terapias hormonales, también pueden estar en mayor riesgo de accidente cerebrovascular isquémico. Esto es especialmente importante en las mujeres más jóvenes.
"Es importante evaluar periódicamente su riesgo de accidente cerebrovascular en una conversación con su médico", dijo Reichwein. "Se puede sentir bien, pero todavía tiene problemas de presión arterial alta, diabetes o colesterol".
La causa exacta del accidente cerebrovascular de Lucy Alana sigue siendo desconocida.
Todo comenzó cuando Lucy Alana, que había estado teniendo dolor debido a problemas dentales, se despertó una mañana sintiéndose muy letárgica y enferma. Ella tenía un dolor de cabeza significativo y problemas experimentados moviendo su brazo izquierdo y pierna. La llevaron en ambulancia a un hospital local.
Después de que una resonancia magnética ayudó a determinar que había sufrido un accidente cerebrovascular importante con la inflamación cerebral asociada, Lucy Alana fue transferida al Centro Médico Hershey, donde los médicos le quitaron un pedazo de su cráneo para permitir que su lesión se expandiera antes de resolverla eventualmente. Reichwein dijo que sin ese procedimiento -llamado una craniectomía descompresiva- Lucy Alana probablemente habría muerto.
El hecho de que ella sufrió un accidente cerebrovascular sorprendió a su madre, cuyo nombre también es Lucy Gnazzo.
"Esa noticia era tan difícil de procesar debido a su edad. La magnitud de lo que estaba enfrentando me impactó ", dijo Lucy. "Pero Lucy Alana es un milagro en términos de su supervivencia y recuperación continua", agregó.
Lucy Alana fue recientemente autorizada a reanudar gradualmente su actividad más regular, como coger a su hijo de cinco años. "Puedo finalmente empezar a tratar de hacer cosas normales que podría hacer antes de mi accidente cerebrovascular", dice, "pero me canso muy fácilmente".
Ella tiene citas regulares de rehabilitación -tres horas al día, tres veces a la semana- principalmente para ayudar a su trabajo en la memoria, el equilibrio, la resistencia y el uso de su mano izquierda.
Lucy Alana dice que todos -independientemente de la edad- deben aprender los síntomas más comunes del accidente cerebrovascular, representados por el acrónimo BE FAST (sea rápido): Balance, Vista, Cara, Brazo, Discurso, Tiempo.
Ella dice que se siente afortunada, especialmente porque los accidentes cerebrovasculares pueden resultar mortales para las personas que no reciben el tratamiento adecuado a tiempo.
"Todavía me sorprende que me haya pasado, pero me alegro de poder despertarme todos los días sabiendo que sobreviví a algo que algunas personas no sobreviven".
