Se presentó el británico David Halley, experto en responsabilidad corporativa.
¿Cuál es el costo de no tener una estrategia de RSE?”, preguntó a los asistentes el Presidente de Acción RSE, Felipe Lira, al inaugurar el Encuentro Anual de Socios 2011, que se llevó a cabo este martes 5 de abril.
“Lo estamos viendo a diario con ejemplos como el de British Petroleum o la crisis nuclear en Japón. Todos tenemos puntos vulnerables o de riesgo ¿los conocemos? La RSE debe ser la respuesta para identificarlos y evitarlos y de esta manera mejorar nuestras empresas” dijo Lira.
María Eugenia Wagner, gerente general de la entidad, presentó una oferta de valor para este año, centrada en entregarle la mayor cantidad de herramientas posibles a quienes hacen empresa, para ayudarles a tomar mejores decisiones, a través de una serie de actividades orientadas a la formación, el acompañamiento y el intercambio de experiencias en el marco de la responsabilidad social.
Entre ellas, la realización de diez mesas de trabajo, dirigidas a gerentes generales y otros ejecutivos, con el fin de crear espacios de conversación e intercambio de experiencias entre las empresas socias. Además, la organización creó el TestRSE que permite conocer el estado de cada compañía en relación con la responsabilidad social empresarial e identificar los cambios requeridos para avanzar en este tema.
¿Qué desvela a los CEOs del mundo?
El experto en RSE, David Halley, director de Asuntos Internacionales de la organización inglesa Business in the Community, abordó los principales tópicos que preocupan a los ejecutivos de las empresas a nivel mundial en materia de sustentabilidad.
Entre ellos, relevó las ganancias, las percepciones dañinas, las competencias del directorio, los subcontratados, el futuro de la empresa y la innovación. Luego, resaltó la respuesta que da la RSE a esas preocupaciones, destacando la importancia del cuidado que las compañías deben dar a la cadena de valor y a cada uno de sus grupos de interés.
Como ideas clave en el área mercado, enumeró el respeto y el apoyo a los clientes más vulnerables, la búsqueda de potenciales clientes entre grupos excluidos, y el manejo del impacto en el uso de los productos.
Resaltó que las acciones de las empresas deben contemplar el interés del público e insistió en la importancia de la cadena de valor, por ejemplo, conociendo bien a los proveedores y promoviendo la participación ciudadana, como una manera de fortalecer la relación de la empresa con la comunidad en que está inserta.
Finalmente, Halley realizó dos talleres en los que profundizó estas temáticas, a través de la experiencia chilena de las empresas participantes.