La Comisión Europea concluyó el año pasado que el cultivo de aceite de palma resulta en una deforestación excesiva y aprobó una ley para eliminar su uso como combustible de transporte para 2030.
Malasia no ha abandonado la opción de presentar una demanda de la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra las restricciones de la Unión Europea (UE) sobre biocombustibles a base de aceite de palma, dijo el viernes el ministro a cargo del aceite de palma.
Eso, en respuesta a una noticia que decía que el país del sudeste asiático ya no planeaba presentar una demanda y, en cambio, trataría de convencer a la UE de cambiar su tratamiento de la cosecha en una revisión programada para 2021.
La Comisión Europea concluyó el año pasado que el cultivo de aceite de palma resulta en una deforestación excesiva y aprobó una ley para eliminar su uso como combustible de transporte para 2030.
Indonesia, el mayor productor de este tipo de producto, desafió la ley en diciembre, pero el segundo mayor productor, Malasia, aún está considerando sus opciones, dijo en un comunicado la ministra de Industrias Primarias, Teresa Kok.
"De hecho, nuestro equipo legal de más alto nivel está examinando con un peine fino, nuestra respuesta potencial para hacer que nuestra petición sea lo más estanca posible", dijo.
"Por lo tanto, siempre hemos acordado intervenir como co-demandantes y unirnos a personas como Indonesia y otros productores de aceite de palma en el momento oportuno en los procedimientos de la OMC".
Kok, quien dijo anteriormente que Malasia lanzaría un caso de la OMC en noviembre del año pasado, habló con Reuters en Bruselas el jueves durante un viaje para explicar a los líderes europeos las iniciativas tomadas por el país para cultivar palma de manera sostenible.
"Teníamos esta intención, pero pensamos que antes de venir a Europa ... no deberíamos presentar la demanda a toda prisa", dijo Kok. "Esto es lo que le dijimos a Indonesia también".
Kok, quien se reunió el jueves con el comisionado de energía de la UE, Kadri Simson, dijo que el aceite de palma de Malasia era mucho más verde de lo que afirman sus críticos.
La cobertura forestal en Malasia se ha mantenido por encima del 50%, dice el gobierno, y el rendimiento del aceite de palma por hectárea supera con creces los aceites de la competencia, como el de la colza o la soja.
El consumo de aceite de palma en los alimentos por parte de la UE ha disminuido constantemente, pero su uso como biocombustible ha aumentado. El año pasado, el bloque consumió más de 7 millones de toneladas, con un 65% de energía.