La aplicación de la herencia es evaluada por un tribunal, ya que el artista no estaba legalmente casado con su pareja. Hoffman le dejó a ella los US$35 millones de su patrimonio, con la confianza de que cuidaría bien de sus tres hijos.
El difunto actor Philip Seymour Hoffman dejó escrito en su testamento que toda su fortuna, valorada en US$35 millones, fuera íntegramente para su pareja Mimi O'Donnell, y no para sus tres hijos, según publicó New York Post.
Seymour Hoffman falleció a los 46 años por una sobredosis el pasado mes de febrero, pero ya en 2004 había expresado su deseo de que ni su hijo Cooper, que ahora tiene 10 años, ni sus hijas Tallulah y Willa, de 7 y 5 años respectivamente, se convirtieran en "niños de fideicomiso" que tuvieran la vida hecha.
El actor ganador de un Óscar por "Capote" rechazó en varias ocasiones crear fondos patrimoniales para sus hijos, a pesar de que se le sugirió de forma repetida la idea.
Seymour Hoffman tenía claro que O'Donnell, que es a su vez la madre de los tres menores, cuidaría de sus descendientes si a él le ocurría algo.
El intérprete y O'Donnell nunca se casaron porque ninguno de ellos creía en el matrimonio.
Ambos estaban separados cuando murió el actor después de que ella le echara de casa al descubrir que había vuelto a caer en las drogas.
La decisión final sobre la aplicación del testamento de Seymour Hoffman correrá a cargo de un tribunal que analiza el caso, ya que O'Donnell no es legalmente la viuda del actor, en cuyo caso los herederos naturales debieran ser sus hijos.