Human Rights Watch demandó a la FIFA exigir al gobierno de Moscú el respeto de los derechos y libertades fundamentales.
Debido a abusos laborales, restricciones a las libertades fundamentales y la represión contra los defensores de derechos humanos, Human Rights Watch (HRW) denunció que el Mundial coincidirá con “la peor crisis de derechos humanos en Rusia desde la era soviética”.
Así lo determinó la ONG con sede en Nueva York en su guía titulada “Rusia: El Mundial de Fútbol de la FIFA 2018 – Guía de Derechos Humanos para Periodistas”, en la que sintetiza sus preocupaciones y describe las nuevas políticas de derechos humanos de la FIFA.
“Esperamos que esta guía ayude a los periodistas a ver los amplios temas de preocupación en Rusia, más allá del campo de fútbol”, enfatizó el director para Europa y Asia Central de HRW, Hugh Williamson.
Según el organismo, “las autoridades utilizan de forma rutinaria una legislación restrictiva para reprimir las libertades de reunión, asociación y expresión”, mientras que “los funcionarios del gobierno reprimen la disidencia aplicando leyes represivas e incrementando la censura en Internet”.
HRW recordó que al experimentado reportero deportivo Hajo Seppelt, de la emisora pública alemana ARD, se le negó la visa para asistir al certamen luego de informar ampliamente sobre el escándalo de dopaje deportivo en Rusia.
“El acceso a los periodistas para que cumplan con su labor de informar es un requisito central que rige la organización de una Copa del Mundo y la FIFA debería actuar con rapidez para garantizar la libertad de los medios de comunicación”, añadió.
"Simplemente no es aceptable rechazar a un periodista por hacer su trabajo. La FIFA necesita abordar y remediar rápidamente la negación de la visa y asegurar que Hajo Seppelt pueda asistir e informar libremente y sin obstáculos", dijo Williamson.
HRW lamentó que Rusia suministre armas y ofrezca cobertura militar y apoyo diplomático al gobierno de Siria, a pesar de las evidencias de que sus fuerzas sirias han cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
La ONG advirtió que 21 personas han muerto durante los trabajos de construcción y remodelación de estadios, instancia respecto de la cual denunció también retraso en el pago de salarios y condiciones laborales inseguras.
En 2017, agregó la institución, la FIFA adoptó una política tendiente a “ir más allá de su responsabilidad de respetar los derechos humanos” y tomar “medidas para promover la protección de los derechos humanos y contribuir positivamente a su disfrute”.
Por lo mismo, el organismo rector del fútbol debería exhortando al Kremlin para que libere antes del comienzo del Mundial al activista Oyub Titiev, detenido por cargos de posesión de marihuana y quien enfrenta una pena de 10 años de prisión.
“La FIFA debería pedir a Rusia que derogue su ley de ‘propaganda gay’, que viola los requisitos de la FIFA en materia de no discriminación. La FIFA debería también pedir a Rusia que termine con las restricciones a las manifestaciones en las ciudades del Mundial de fútbol antes, durante y después del torneo”, añadió.
Williamson finalizó diciendo que la FIFA “todavía tiene tiempo de demostrar que está lista para usar su influencia con el gobierno de Rusia para que cumpla con sus políticas en derechos humanos. Es su deber asegurar que este querido juego no se vea afectado por una horrible atmósfera de discriminación y represión”.